Leon Panetta, el gestor de la retirada de Afganistán, consigue la suya

  • Dos años después de heredar un Pentágono dividido en tres conflictos, Leon Panetta deja en otras manos la retirada del único que queda, el de Afganistán, para conseguir, tras casi cinco décadas de servicio, la suya propia.

Lucía Leal

Washington, 8 feb.- Dos años después de heredar un Pentágono dividido en tres conflictos, Leon Panetta deja en otras manos la retirada del único que queda, el de Afganistán, para conseguir, tras casi cinco décadas de servicio, la suya propia.

A sus 74 años, Panetta ha sido congresista, experto en finanzas, espía y jefe de las Fuerzas Armadas, pero su reloj de pulsera en Washington siempre ha marcado la hora de California, el hogar al que ansía volver desde hace años para dedicarse a su familia y su granja de nueces.

Tras dos años al frente de la CIA en los que supervisó la operación que acabó con Osama Bin Laden en mayo de 2011, Panetta cedió a las presiones de la Casa Blanca para retrasar la jubilación que tanto deseaba y hacerse cargo del Pentágono, donde ha gestionado el fin de la misión de combate estadounidense en Afganistán.

Si su antecesor, Robert Gates, supervisó el aumento de tropas en Afganistán en 2010, Panetta formalizó el calendario de retirada acordado con la OTAN y deja a su sucesor, Chuck Hagel, un único interrogante por despejar, el del número de soldados que permanecerán allí después de 2014.

Cuando asumió el Departamento de Defensa, Estados Unidos tenía otros dos conflictos abiertos: el de Irak, donde la retirada se completó en diciembre de 2012, y la misión de la OTAN para derrocar a Muamar el Gadafi en Libia, donde las tropas estadounidenses tuvieron un papel clave.

Aunque su rol en esos casos ha consistido prácticamente en rematar el trabajo de Gates, Panetta ha conseguido ejercerlo de forma creíble, acallando a quienes criticaron su escasa experiencia en el terreno militar.

Hijo de inmigrantes italianos, Panetta ha hecho de la lucha contra la discriminación una de las causas de su vida, algo que ha demostrado en su vigorosa defensa de la política que permite a los homosexuales expresar su orientación sexual en el Ejército, impulsada por su antecesor e implementada bajo su mandato.

Pero quizá la causa de la que está más orgulloso es la última que ha marcado su mandato: el fin del veto a las mujeres en las unidades que participan en primera línea de combate, algo que, según sus asesores más cercanos, se empeñó en finalizar antes de abandonar su cargo.

"Yo he vivido el sueño americano, y se trata de dar a todo el mundo la posibilidad de triunfar. No hay garantías, pero todos deberían tener una oportunidad", dijo esta semana en una entrevista con la cadena de radio pública NPR.

El mandato de Panetta ha estado además marcado por la perpetua amenaza de recortes automáticos al presupuesto de Defensa, una posibilidad que ha criticado abiertamente, y el reto de los ataques informáticos, que en octubre de 2012 definió como un "ciber Pearl Harbor" en potencia.

"Enfrentamos literalmente miles de ciberataques cada día contra nuestro Gobierno", aseguró el miércoles en un discurso de despedida en la Universidad George Washington.

Al tiempo que cierra su etapa como titular de Defensa, el anterior cargo de Panetta ha vuelto a cobrar protagonismo a través de la película "Zero Dark Thirty", donde un férreo James Gandolfini asume el papel de liderazgo que él tuvo en la operación contra Bin Laden.

La renovada polémica sobre el programa de "drones" que él supervisó desde la CIA puede empañar en cierto grado su legado, aunque él se muestra orgulloso de la agencia que él ayudó a redefinir tras una etapa de desprestigio en torno al 11-S y los interrogatorios extrajudiciales.

"En muchos sentidos, no soy capaz de resistirme a un reto", dijo a NPR respecto a su decisión de tomar las riendas de la CIA en 2009.

Casado, con tres hijos y cinco nietos, Panetta nació el 28 de junio de 1938 en Monterrey (California) y recibió una educación católica que cita muchas veces cuando sale el tema de los "drones", para asegurar que "quitar vidas no es algo que me tome a la ligera".

Graduado en Derecho en la Universidad de Santa Clara, trabajó como abogado hasta iniciar su carrera política, primero del lado republicano en el Gobierno de Richard Nixon (1969-1974) y después en el Partido Demócrata, donde aseguraba buscar un enfoque más centrista y respetuoso con los derechos civiles.

Gracias a su andadura como representante demócrata entre 1977 y 1993, y su posterior trabajo en el gabinete de Bill Clinton (1993-2001), Panetta abandona la vida pública con un prestigio reconocido incluso por quienes nunca creyeron que un hombre de rostro tan afable pudiera tener la mano tan firme.

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