Leterme vuelve al Gobierno belga con la promesa de un acuerdo pactado en las regiones

  • Bruselas.- Yves Leterme asumió hoy por segunda vez el cargo de primer ministro de Bélgica con un programa de gobierno basado en la continuidad respecto a su antecesor, Herman Van Rompuy, centrado en la lucha contra la crisis económica y el paro y buscando un acuerdo pactado en las disputas regionales.

Bélgica tendrá hoy un nuevo Gobierno con Yves Leterme otra vez al frente
Bélgica tendrá hoy un nuevo Gobierno con Yves Leterme otra vez al frente

Bruselas.- Yves Leterme asumió hoy por segunda vez el cargo de primer ministro de Bélgica con un programa de gobierno basado en la continuidad respecto a su antecesor, Herman Van Rompuy, centrado en la lucha contra la crisis económica y el paro y buscando un acuerdo pactado en las disputas regionales.

Leterme, quien durante los nueve meses que dirigió el Gobierno durante 2008 se granjeó la animadversión de los francófonos (que lo consideraban demasiado proflamenco), pidió hoy que los complicados enfrentamientos entre ambas comunidades se solucionen con "un debate sereno" que permita "una solución equilibrada".

El dirigente democristiano flamenco juró hoy el cargo por segunda vez ante el rey Alberto II, después que su predecesor, Herman Van Rompuy, presentara su dimisión para ocupar la primera presidencia estable del Consejo Europeo a partir del 1 de enero.

"Este Gobierno se inscribe en la continuidad", afirmó Leterme en su discurso de investidura ante la Cámara de Diputados, en un claro intento de aprovechar la estela de Van Rompuy, quien en el año escaso que ha ocupado el poder logró calmar las aguas agitadas en el anterior período de Leterme al frente del Ejecutivo.

A pesar del nulo entusiasmo que Leterme genera en la población francófona de Bruselas y la región de Valonia (sur del país), la actual coalición de cinco partidos le respaldó para sustituir de forma rápida a Van Rompuy y evitar un problema político en medio de la actual crisis económica.

El partido de Leterme, el democristiano flamenco CD&V, fue el más votado en las elecciones legislativas de 2007, y además él obtuvo 800.000 votos preferenciales, una cifra enorme en este país, por lo que impedir su vuelta al poder hubiera generado una grave crisis.

El nuevo primer ministro, de 49 años, se esforzó por tender la mano a sus críticos al afirmar que había aprendido "de experiencias pasadas" y prometer que volvía al poder con "voluntad de apaciguamiento".

Aún así, insistió en que hace falta lograr un acuerdo entre comunidades y no continuar en la actual situación de punto muerto, en la que la región de Flandes (norte) quiere más competencias en materia fiscal y de seguridad social, mientras que los francófonos se oponen, temerosos de perder la solidaridad de sus más ricos vecinos del norte.

Además, está la voluntad flamenca de separar el distrito electoral Bruselas-Halle-Vilvoorde, una entidad creada artificialmente para permitir que decenas de miles de francófonos que viven en la periferia flamenca de la capital puedan votar a listas electorales francófonas.

"La parálisis institucional ha bloqueado al país durante demasiado tiempo", reconoció Leterme ante los diputados, a la vez que pidió a los partidos políticos un esfuerzo "para que el debate sea sereno y lograr una solución equilibrada".

Sin embargo, la elaboración de propuestas en este punto no dependerá del Gobierno, sino de un ex primer ministro, Jean-Luc Dehaene, democristiano y flamenco como Leterme pero considerado un muy buen forjador de consensos desde su época como jefe del Ejecutivo (1992-98).

El nuevo primer ministro recalcó que el principal objetivo de su Gobierno será luchar contra la crisis financiera y económica, que estuvo a punto de hacer desaparecer a los dos principales bancos belgas y causó un fuerte incremento del desempleo.

Así, Leterme se propuso que la progresiva recuperación de la confianza permitirá aplicar medidas para favorecer las contrataciones, mejorar la competitividad, sostener la demanda y sanear las finanzas públicas (muy afectadas por los rescates a los bancos y el aumento de los pagos por subsidio de desempleo).

El primer ministro mantuvo el compromiso del anterior Gabinete de que el déficit público quede en el 5,6% del PIB en 2010, con posteriores reducciones hasta lograr el equilibrio presupuestario en 2015, pero sin un ajuste demasiado brusco a fin de promover el crecimiento y el empleo.

Leterme llegó al poder en marzo de 2008, nueve meses después de las elecciones de junio de 2007, debido a las complicaciones que encontró entre los partidos francófonos para forjar una coalición.

Y dimitió en diciembre de 2008 tras haber sido acusado de intentar influir en una decisión judicial sobre el proceso de venta y despiece del que fuese el primer grupo bancario y de seguros del país, Fortis, muy afectado por la crisis financiera.

Tras ser sustituido por su colega de partido Herman Van Rompuy, fue exonerado por la justicia y volvió al Gobierno en julio pasado como ministro de Exteriores.

Al frente de la diplomacia belga estará Steven Vanackere (también del CD&V), hasta ahora ministro de la Función Pública y las Empresas Públicas.

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