Letta y su número dos superan su primer gran escollo parlamentario en Italia

Roma, 19 jul.- El jefe del Ejecutivo italiano, Enrico Letta, y su "número dos", Angelino Alfano, superaron hoy su primer gran escollo en el Parlamento al rechazar el Senado una moción de censura contra el viceprimer ministro por el escándalo desatado por la deportación de la familia de un disidente kazajo.

Con 55 votos a favor, 226 en contra y 13 abstenciones, la Cámara Alta rechazó la moción de censura planteada contra Alfano por los opositores Movimiento 5 Estrellas (M5S), de Beppe Grillo, e Izquierda Ecología Libertad (SEL), hasta hace unos meses aliado del Partido Demócrata (PD) del socialdemócrata Letta.

El considerado delfín político del ex primer ministro conservador Silvio Berlusconi se había visto en el centro de la polémica por la entrega de la esposa y una hija pequeña del disidente Mujtar Ablyazov a Kazajistán, en cuanto a que Alfano, cuya dimisión han exigido también algunos miembros del PD, es también titular de Interior.

La moción de censura votada en el Senado, donde las fuerzas parlamentarias están más equilibradas, llegaba precedida, de hecho, por la incertidumbre de si la mayoría que apoya al Ejecutivo de Letta se mantendría unida, después de que los afines en el PD al alcalde de Florencia, Matteo Renzi, abogaran por permitir la caída del viceprimer ministro conservador.

Finalmente, los grupos de centroizquierda y centroderecha que apoyan a Letta hicieron valer la amplia mayoría que forman entre ellos, pero hubo quien no ejecutó la disciplina de su partido, como la senadora Laura Puppato, quien anunció antes del voto que se abstendría, al igual que otros compañeros del PD.

La moción contra Alfano llegó por la que SEL y M5S consideran mala gestión del caso Ablyazov por parte de la Policía y de su máximo responsable, el ministro de Interior, de quien se sospecha que estaba al tanto de la operación, aunque haya asegurado que nadie en el Gobierno, tampoco Letta, sabía de la misma.

El caso se refiere a la expulsión y entrega a Kazajistán el pasado 31 de mayo de la esposa del disidente kazajo, Alma Shalabayeva, y su hija de 6 años, Alua, después de que fueran detenidas en la vivienda de las afueras de Roma en la que residían tras presiones de los diplomáticos de Kazajistán, incluso, en el mismo Ministerio del Interior.

Como muestra del interés que despertaba la cita de hoy y de que ponía en riesgo no solo a Alfano sino a todo el Gobierno, Letta quiso intervenir durante el debate en el pleno del Senado y pidió una nueva muestra de confianza en su Ejecutivo, que se formó a finales de abril tras un resultado electoral incierto.

Letta insistió en que Alfano era totalmente "ajeno", de un modo "indiscutible", a la expulsión de la mujer y dijo que el comportamiento del embajador kazajo en Roma, que presionó para la entrega a su país, es un hecho que le deja "atónito", así como que este escándalo es un motivo de "embarazo y descrédito" para Italia.

El primer ministro se refirió además a las tensiones surgidas en el seno de su partido sobre lo adecuado o no de apoyar a la mano derecha de Berlusconi y votar en contra de esta moción de censura, una postura oficial muy criticada por los afines a Renzi.

"Basta con el estado de precariedad permanente. Es algo que no me pertenece como el tic de constante complot y del mito del enemigo feo, sucio y malo escondido tras los rivales políticos", dijo Letta, quien apostilló después que su buena educación no debe confundirse con una posible debilidad.

"Queremos seguir y construir respuestas para este país. Este 'no' permitirá al Gobierno trabajar en las próximas semanas. (...) Quiero añadir que tengo plena confianza en mi determinación, resistencia y dedicación para cumplir la tarea que el presidente (de la República, Giorgio) Napolitano y el Parlamento me han dado. No tengo intención de desilusionaros y no os desilusionaré", dijo.

Letta no fue la única presencia importante en el Senado, pues también estuvo presente, como senador, Berlusconi, quien, tras la votación, se acercó a estrechar la mano de Alfano, secretario político de su partido, y aseguró que le había gustado "mucho" la intervención del primer ministro en el pleno.

Berlusconi es protagonista de la siguiente prueba de fuego que tiene por delante el Ejecutivo de coalición, pues el próximo día 30 el Tribunal Supremo estudia el recurso por su condena a 4 años de cárcel y 5 de inhabilitación por fraude fiscal, algo que, de ser ratificado, sería efectivo y podría acarrear la retirada del apoyo de la formación de "il Cavaliere" al Gobierno.