Sevilla, 13 abr.- La Audiencia de Sevilla ha absuelto a dos hermanos, para quienes el fiscal pidió diez años y medio de cárcel por delitos de secuestro, allanamiento de morada y robo, después de que las víctimas se retractasen en el juicio y sin que se demostrase el supuesto miedo que, según la Fiscalía, les obligó a actuar así.
Una sentencia de la Sección Séptima, a la que ha tenido acceso Efe, dice que lo único demostrado es que el acusado Manuel R.G. accedió "en circunstancias que no se han podido determinar" a la vivienda del denunciante para obtener droga, "sin que consten las incidencias que pudieron ocurrir en el curso de su presencia en el inmueble".
El dueño del piso, A.Ch.A., denunció a la Policía el 7 de enero de 2010 que los días 26 de diciembre de 2009 y 6 de enero de 2010 fue víctima de un secuestro a punta de pistola, introducido en un coche, golpeado y amenazado hasta que su mujer les entregó dinero y un ordenador.
En el segundo incidente, dos personas entraron en su piso buscando hachís, la registraron, le agredieron y se llevaron un televisor de plasma.
Entre las novedades aparecidas en el juicio, la sentencia recoge que la pareja ocupante del inmueble dijo que los asaltantes "estaban cubiertos, tapados o enmascarados y, por consiguiente, no podían tener certeza de sus identidades".
Ello pese a que el denunciante, con ocasión de su denuncia, acudió con la Policía a la barriada marginal de Las Vegas y señaló a los hermanos acusados como autores del asalto.
La esposa del testigo, "en una declaración tan reticente como escueta", según el fallo, dijo en el juicio que tampoco podía reconocer a los acusados pese a que en sus declaraciones anteriores atribuyó a uno u otro hermano "concretas y determinadas participaciones".
El fiscal, en su informe, atribuyó la retractación al miedo de los denunciantes, pero la sentencia cree que la autoría de los acusados ha sido puesta en duda y "no podemos ni tan siquiera considerar, con los datos de que contamos, que los hechos ocurriesen en la forma y manera que se sostienen".
Junto a los diez años y medio de cárcel, la Fiscalía había pedido una indemnización de 1.079 euros para los dueños de la vivienda por los objetos sustraídos y no recuperados.
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