Líder de la UMP reconoce falta de control pero pide no dudar de su honestidad

  • El líder de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), Jean-François Copé, que ha dimitido por el escándalo de presunta financiación irregular de la campaña en 2012 del entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy, reconoció hoy que hubo errores en el control de las cuentas, pero pidió no dudar de su honestidad.

París, 27 may.- El líder de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), Jean-François Copé, que ha dimitido por el escándalo de presunta financiación irregular de la campaña en 2012 del entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy, reconoció hoy que hubo errores en el control de las cuentas, pero pidió no dudar de su honestidad.

"Se dicen y escriben muchas cosas, pero, mirándole a los ojos, le digo que mi integridad es total", le contestó al presentador del telediario de máxima audiencia de la cadena "TF1", donde aseguró haberse enterado de lo sucedido hace una docena de días y a través de la prensa.

El escándalo tiene su origen en el gabinete de comunicación Bygmalion, creado por dos próximos colaboradores suyos y que, según reconoció ayer ese centro por boca de su abogado, emitió facturas por más de 10 millones de euros a cuenta de la UMP que en realidad correspondían a la campaña de 2012 en la que Sarkozy fue derrotado.

"Hubo colaboradores que abusaron de mi confianza", admitió hoy Copé, quien insistió en que jamás ha mentido, "ni siquiera por omisión", y subrayó que está a disposición de la Justicia para demostrar su "buena fe".

El hasta ahora presidente de la UMP destacó que Sarkozy tampoco estaba al tanto de las manipulaciones, y recalcó que aunque él era responsable del conjunto del partido, confió en su equipo y no tenía la "vocación" de repasar la labor respectiva de la gente.

Copé, quien hizo hincapié en que no ha sido forzado a dimitir, sino que lo ha hecho para preservar la unidad de su formación, avanzó que seguirá haciendo política, pero de "otra forma" y con la mente puesta en el servicio a los franceses y su amor al país, que, a su juicio, nunca ha estado tan mal gobernado.

La crisis se intentará restañar con "un congreso de refundación" del partido a mediados de octubre, y de aquí a entonces la dirección interina correrá a cargo de tres ex primeros ministros: François Fillon, Alain Juppé y Jean-Pierre Rafarin.

Juppé, en otra entrevista televisada, indicó hoy que ese congreso debe ser "el de las ideas" del movimiento, que permita esclarecer su línea política para hacer frente al avance de la extrema derecha encabezada por Marine Le Pen.

"No quiero una Francia retrógrada como la que propone el Frente Nacional. Nuestra familia unida es la única que puede bloquearlo", concluyó el también exministro de Exteriores, que consideró necesario retomar el diálogo con los partidos de centro.

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