Líder islamista dice que comicios legislativos sacarán a Egipto de su crisis

  • El candidato islamista a la Presidencia de Egipto, Abdelmoneim Abul Futuh, considera que las elecciones parlamentarias que se celebrarán a partir del lunes en su país serán el comienzo para que Egipto salga de la crisis política.

Mohamed Siali

El Cairo, 26 nov.- El candidato islamista a la Presidencia de Egipto, Abdelmoneim Abul Futuh, considera que las elecciones parlamentarias que se celebrarán a partir del lunes en su país serán el comienzo para que Egipto salga de la crisis política.

En una entrevista exclusiva concedida a Efe, Abul Futuh, de 60 años de edad y uno de los principales favoritos a presidir Egipto, apuntó que la causa de la actual situación, con miles de manifestantes en las calles egipcias contra la Junta Militar, radica en "la lentitud del cambio democrático".

Abul Futuh, que fue expulsado del movimiento islamista de los Hermanos Musulmanes tras anunciar su candidatura presidencial, precisó que solo se puede salir de la crisis a través de la práctica de la democracia, cuyo primer paso será la celebración de las elecciones parlamentarias.

Pese a esta defensa de los comicios, el nombre de Abul Futuh está hoy en nombre de todos en la plaza Tahrir como uno de los pocos políticos que podrían concitar la unidad en un gobierno de salvación que sustituya de inmediato, incluso antes de las elecciones, a la Junta Militar egipcia.

Abul Futuh se mostró cauto al referirse a los jóvenes de Tahrir y enfatizó que sus protestas, que llevaron ayer a decenas de miles de personas a la plaza, expresan el "enfado por el retraso en el cumplimiento de las demandas de la Revolución del 25 de Enero", que derrocó a Hosni Mubarak.

Esta indignación, en su opinión, se multiplica por la ausencia de un régimen civil y por el hecho de que se siga dando un tratamiento policial a las reivindicaciones socioeconómicas.

La prioridad para Abul Futuh es lo que denomina "el renacimiento de Egipto", que, a su juicio, se basa en dos pilares esenciales: por un lado, la consolidación de la libertad, la democracia, el Estado de derecho y la independencia de la Justicia, y, por el otro, el desarrollo de la educación y la investigación científica.

Para llevar a cabo ese programa, que coincide a grandes rasgos con el ideario genérico y poco concreto propugnado por los Hermanos Musulmanes, Abul Futuh deberá esperar a ser elegido en las elecciones presidenciales, que las autoridades militares han prometido para antes de julio de 2012.

Antes, en los comicios legislativos que comienzan el lunes y deben terminar en marzo, el Partido Libertad y Justicia, brazo político de los Hermanos Musulmanes, se antoja como el gran favorito.

En la entrevista, Abul Futuh recordó que Egipto, a lo largo de la historia, ha sido "el corazón del mundo árabe e islámico" y que cuando retome "su posición natural llevará al mundo árabe e islámico en dirección a la civilización, el progreso, la libertad, la justicia y la ley".

Ese sentido, apostó por que "cuando las cosas vuelvan a la normalidad en el país y Egipto sea un país realmente democrático, eso se reflejará en más libertad, progreso y desarrollo en todo el mundo árabe y musulmán".

Abul Futuh, médico especializado en la gestión de centros hospitalarios, acumuló experiencia política como responsable del Colegio de Médicos egipcio, mientras ejercía la oposición al régimen del expresidente Hosni Mubarak y lideraba el ala reformista de la Hermandad.

Desde 1981 fue detenido en varias ocasiones por sus actividades políticas, y en 1995 fue condenado a cinco años de prisión por su oposición a Mubarak.

Respecto al futuro de las relaciones con Israel, probablemente el aspecto más candente de la futura política exterior egipcia, Abul Futuh insistió en que Egipto es un país civilizado que respeta sus acuerdos, siempre que estos estén en favor de sus intereses y no sean "convenios de sumisión".

"Como Estado democrático, grande y libre después de la revolución, Egipto no va a permitir una agresión contra su territorio ni contra su soberanía, sea cual sea la parte agresora", remachó.

Gran parte de la prensa egipcia considera a Abul Futuh como el candidato no declarado de los Hermanos Musulmanes, cuya Ejecutiva integró desde 1987 hasta 2009.

Abul Futuh considera "normal" que se le asocie con la poderosa cofradía y que pueda recibir el apoyo de la "escuela islamista", aunque recordó que mantiene buena relación con todas las corrientes políticas y por ello anunció su candidatura como "independiente con un proyecto presidencial nacional".

Sin precisar mucho, el candidato dijo que su filosofía encaja dentro del "marco ideológico islámico en el sentido egipcio" que, en su opinión, equipara a todos los egipcios en derechos y obligaciones, independientemente de su pertenencia política, religiosa o étnica.

Como principios de esta referencia, Abul Futuh citó el respeto a las libertades individuales, la libertad de creencia y de religión, la libertad de expresión, el respeto a la dignidad humana y el "rechazo a cualquier intento de marginar a la mujer en las sociedades de Oriente Medio".

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