Ligera ventaja de los laboristas en las elecciones en Australia

  • Sídney (Australia).- El Partido Laborista de la primera ministra, Julia Gillard, encabeza a la alianza conservadora del líder opositor, Tony Abbott, en las elecciones que hoy se celebran en Australia, según dos diferentes sondeos a pie de urna.

La oposición conservadora supera en escaños al partido Laborista de Australia
La oposición conservadora supera en escaños al partido Laborista de Australia

Sídney (Australia).- El Partido Laborista de la primera ministra, Julia Gillard, encabeza a la alianza conservadora del líder opositor, Tony Abbott, en las elecciones que hoy se celebran en Australia, según dos diferentes sondeos a pie de urna.

El primer sondeo hecho por el canal de televisión Sky News da a los laboristas el 51 por ciento de los votos, y un 49 por ciento a la coalición formada por los partidos Liberal y Nacional.

La ventaja del partido de Gillard sobre la de su inmediato rival es mayor de acuerdo a otro sondeo a pie de urna, este realizado por la televisión "Channel Nine", que otorga un 52 por ciento a la formación de centroizquierda y un 48 por ciento a la alianza de los conservadores.

Según un recuento parcial ofrecido por la cadena ABC, con el 21,7 por ciento de los votos escrutados, los laboristas han conseguido hasta el momento, 62 escaños de los 76 necesarios para ganar la mayoría absoluta, mientras que la coalición conservadora 49 asientos del total de 150 que integran el Parlamento.

Con ese mismo porcentaje de votos escrutados, tres escaños han ido a candidatos independientes.

La poca diferencia que arrojaron las últimas encuestas de opinión llevaron a que tanto Gillard, como su contrincante, el candidato de la oposición conservadora, Tony Abbott, hicieran campaña hasta el último minuto.

Ambos empezaron la jornada en Sídney, cuyas circunscripciones del oeste pueden convertirse en claves para el resultado, ya que ninguna de las dos principales fuerzas políticas cuentan con un substancial apoyo del electorado.

Cerca de 14 millones de australianos fueron llamados a las urnas para votar en unas elecciones que ha sido consideradas las más reñidas en medio siglo.

Gillard, quien accedió al poder el pasado junio tras desplazar de la jefatura del gobierno y del partido a Kevin Rudd mediante una revuelta en el seno de la formación de centroizquierda, se trasladó desde Sídney a Melbourne para votar, una obligación establecida por la legislación australiana.

"Desde el primer día de campaña supe que las elecciones iban a ser duras y reñidas, y eso he seguido pensando cada día", dijo la primera ministra a la prensa.

El líder de la coalición conservadora, Tony Abbott, acudió pronto a depositar su voto en el distrito electoral de Warringah, al norte de la ciudad de Sídney.

"Es un gran día por nuestro país porque podemos votar contra un mal gobierno" dijo el candidato de la alianza formada los partidos Liberal y Nacional.

Las encuestas sobre intención de voto daban una ligera ventaja a los laboristas de Gillard, la primera mujer que gobierna Australia, aunque la clave de la victoria la tienen las 18 circunscripciones electorales en las que ninguna de las fuerzas políticas cuentan con un substancial apoyo del electorado.

En las elecciones serán elegidos los 150 escaños del Parlamento de entre unos 1.200 candidatos que concurren, así como 40 de los 76 asientos del Senado.

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