Lissavetzky ofrece ayuda a Gallardón ante Zapatero si deja de "insultar"

Madrid.- El secretario de Estado para el Deporte y candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, se ha ofrecido hoy al alcalde para ayudarle ante el Gobierno en su demanda de refinanciar la deuda, a condición de que deje de "insultar" al presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Lo ha hecho en una entrevista en Telemadrid recogida por EFE, en la que se ha definido como un candidato "tipo antibiótico de amplio espectro" y ha dicho que no le disgustó que Tomás Gómez ganará las primarias sino que Trinidad Jiménez las perdiera.

También ha afirmado que "aunque estuviera la cosa muy mal" nunca se avergonzará de Zapatero y le seguirá pidiendo que participe en su campaña "cuantas más veces mejor", que estará toda la legislatura en el Ayuntamiento aunque sea en la oposición y que no dejará la Secretaría de Estado para el Deporte al menos hasta que se conozca en diciembre si España organizará el mundial de fútbol.

Además, ha indicado que tiene "prácticamente cocinada" y acordada con el PP la Ley del Deporte Profesional, y sin presentar esa ley no se piensa ir.

Jaime Lissavetzky ha asegurado que "si se puede refinanciar la deuda" está "dispuesto a echar una mano", que ofrece "la mano tendida" a Ruiz-Gallardíon "para intentar ayudarle", pero que "las cosas no se consiguen insultando" y no ve "la necesidad en absoluto de llamar mentiroso al presidente del Gobierno".

Tampoco le parece "justo" que el alcalde dijera que el Gobierno no ha invertido absolutamente nada en Madrid y además cree que ese no es el "estilo" de su adversario en las municipales de mayo de 2011, con el que ha insistido en que quiere una campaña "de guante blanco".

El aspirante socialista a la Alcaldía considera que "endeudarse puede ser algo razonable" pero que "hay unos límites" y ha puesto como ejemplo las "cantidades industriales" que se han gastado en la M-30 y que ahora "hay que pagar en 30 años".

Eso, aunque apunta que "no hay nada contra la M-30" sino que, al contrario, "es bueno que se haya reformado".