Nairobi, 5 abr.- El presidente de Malaui, Bingu wa Mutharika, que fue ingresado hoy de urgencia en un hospital por un paro cardíaco y se encuentra inconsciente, va a ser trasladado a Sudáfrica para recibir atención médica.
Fuentes del Gobierno citadas por la web del diario malauí "Nyasa Times" afirmaron que un avión medicalizado va a trasladar hoy mismo a Mutharika, de 78 años, a una clínica sudafricana para tratar de reanimarlo.
El vuelo tenía prevista la salida a las 19:00 hora local (17:00 GMT) desde el aeropuerto internacional de Kamuzu, en Lilongwe, capital del país, según las fuentes del Gobierno, que celebró una reunión de emergencia tras la hospitalización del presidente.
El jefe de Estado se desmayó hoy durante una audiencia y fue trasladado al Hospital Central de Kamuzu en Lilongwe, informaron fuentes de la presidencia citadas por el "Nyasa Times".
El mandatario fue internado en la unidad de cuidados intensivos del hospital, que fue acordonado por las fuerzas de seguridad, indicaron las citadas fuentes.
"Tuvo un paro cardíaco. Está inconsciente desde las nueve de la mañana (07:00 GMT)", comentó un alto funcionario del Hospital Central de Kamuzu que quiso guardar el anonimato, citado por el "Nyasa Times".
Según el periódico "The Daily Times", que citó fuentes del centro médico malauí, la esposa del mandatario, Callista Mutharika, algunos de sus hijos y miembros del Gobierno han visitado al presidente.
De momento, no se ha divulgado el estado en que se halla el gobernante, aunque la Constitución malauí estipula que si, el presidente queda incapacitado para ejercer sus funciones o muere, el vicepresidente (Joyce Banda, en este cargo) asume el poder.
La vicepresidenta Banda deseó una "rápida recuperación" al presidente, con el que mantiene una tensa relación desde que ella fuera expulsada del gubernamental Partido Democrático Progresista en 2010 por un problema interno.
En la práctica, no obstante, el ministro de Exteriores, Peter Mutharika, hermano del jefe de Estado, se ha venido haciendo cargo del poder en ausencia del presidente.
Mutharika dirige Malaui, uno de los países más pobres del mundo, desde 2004, cuando venció en las elecciones.
El mandatario, reelegido en 2009, se ganó al principio una reputación de demócrata reformista que en 2011 se vio erosionada por las protestas masivas contra el alza de los precios, la falta de combustible y la corrupción del Gobierno.
Además, las críticas a Mutharika se han incrementado desde el año pasado, cuando la embajada del Reino Unido comentó, en un documento privado filtrado por la web WikiLeaks, que el mandatario malauí se estaba volviendo "autocrático e intolerante".
La respuesta del presidente de Malaui fue expulsar al embajador británico destacado en el país africano, Fergus Cochrane-Dyet.
Tras este hecho, varios países occidentales decidieron retirar las ayudas al desarrollo destinadas a Malaui.
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