Los acusados de intentar vender un cuadro de Matisse se declaran inocentes

  • Un cubano y una mexicana se declararon inocentes hoy de conspiración, transporte y posesión de propiedad robada en el caso del cuadro "Odalista con pantalón rojo" del pintor francés Henri Matisse, hurtado de un museo de Venezuela en el 2002.

Miami (EE.UU.), 1 ago.- Un cubano y una mexicana se declararon inocentes hoy de conspiración, transporte y posesión de propiedad robada en el caso del cuadro "Odalista con pantalón rojo" del pintor francés Henri Matisse, hurtado de un museo de Venezuela en el 2002.

Pedro Antonio Marcuello Guzmán y María Martha Elisa Ornelas Lazo comparecieron ante la jueza Andrea Simonton en un tribunal de Miami (EE.UU), donde se les presentaron los cargos formalmente.

La vista judicial se celebró un día después de que un gran jurado federal formuló las acusaciones contra Marcuello, de 46 años, y Ornelas, 50, por presuntamente intentar vender la pintura a agentes encubiertos de la Oficina Federal de Investigación (FBI) el pasado 17 de julio.

El cuadro, por un valor de unos 3 millones de dólares, fue robado del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas y sustituido por una falsificación en su marco original, según el documento judicial del caso.

Las autoridades estadounidenses dijeron que los acusados "eran conscientes de que tenían en su poder una pintura robada", de acuerdo con las conversaciones que sostuvieron los agentes del FBI con Marcuello desde el 2011 y que fueron grabadas.

Marcuello, residente en el condado de Miami-Dade (Florida), señaló en una primera conversación con un "informante" que la "Odalisca con pantalón rojo" estaba escondida en Ciudad de México, en poder de sus "socios", y que estaban dispuestos a venderla por sólo un 20 % de su valor real.

Después informó que la "esposa de su socio mexicano viajaría de México a Miami con la pintura robada", cuando le aprobaran el visado.

El acusado también dijo que presuntamente los autores del robo de la obra eran venezolanos.

Marcuello habría negociado la venta del cuadro por aproximadamente 740.000 dólares durante varias reuniones con los agentes encubiertos.

De ser declarados culpables, los dos acusados podrían afrontar una condena de hasta diez años de cárcel.

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