Los embajadores de Israel y EEUU en España piden la libertad de Guilad Shalit

  • Los embajadores en España de Israel, Raphael Schutz, y Estados Unidos, Alan Solomont, asistieron hoy a un acto celebrado ante el Monumento a la Constitución, en Madrid, para pedir la liberación del soldado israelí Guilad Shalit, prisionero en Gaza desde hace cinco años.

Madrid, 10 jul.- Los embajadores en España de Israel, Raphael Schutz, y Estados Unidos, Alan Solomont, asistieron hoy a un acto celebrado ante el Monumento a la Constitución, en Madrid, para pedir la liberación del soldado israelí Guilad Shalit, prisionero en Gaza desde hace cinco años.

Al acto, convocado por la Federación de Comunidades Judías de España y la Comunidad Judía de Madrid, acudieron unas 300 personas, entre ellas la cónsul general de Francia, Anne Mari y la embajadora especial de Derechos Humanos del Ministerio español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Silvia Escobar.

El periodista Diego Carcedo leyó un mensaje de la familia del soldado israelí, que tenía 19 años cuando fue apresado por las milicias del grupo islámico Hamas, en las que agradecía el recuerdo a su hijo y la ayuda recibida en su lucha para que regrese sano y salvo a casa.

El embajador de Israel pidió una reflexión sobre lo que supone un cautiverio de cinco años, "puede dar una idea de lo que sufre" Shalit, y dijo que en sus últimos días en España -deja el viernes su puesto- le llena de emoción ver al público que acudió hoy a apoyar esta causa.

La cónsul de Francia recordó que Shalit "también es francés" y que los jefes de Estado del G-8 el pasado mayo exigieron a Hamas la liberación incondicional e inmediata del prisionero y que el Gobierno galo continuará en sus esfuerzos para conseguirla.

La embajadora de Derechos Humanos del Ministerio español de Asuntos Exteriores y Cooperación subrayó que el soldado sufre desde hace cinco años una situación que contraviene el derecho humanitario internacional.

Shalit fue secuestrado el 25 de junio de 2006 en un ataque de tres milicias palestinas a un base militar israelí situada en las inmediaciones de la frontera con Gaza y, desde entonces, está en paradero desconocido, presumiblemente en esa franja palestina, sin que ninguna organización de derechos humanos lo haya visitado.

Sus captores sólo le han permitido enviar una carta, un vídeo y una grabación de voz a su familia.

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