Los exministros Piqué y Sevilla piden reformar la Constitución e incluir la singularidad de Cataluña

    • Piqué y Sevilla, PP y PSOE, avisan que es hora de cambiar el rumbo y de sentarse a dialogar desde la lealtad.
    • Los autores explican que la situación se está complicando cada día más, y que urge encontrar una solución al problema deEspaña en Catalunya.
Josep Piqué recibe una de las máximas condecoraciones de Japón
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La actualidad informativa vuelve a despertarse con las reacciones al proceso participativo que se desarrolló el Cataluña el pasado 9 de noviembre. Los que ahora se han pronunciado son, nada más y nada menos, que dos exministros de España.Uno del PP, Josep Piqué y otro del PSOE, Jordi Sevilla. Uno catalán y otro valenciano. Los dos firman en el diario El Paisun artículo titulado "España también es Catalunya". Los exministros avisan que es hora de cambiar el rumbo, de romper el bilateralismo mudo en el que se encuentran tanto la Generalitat como el Gobierno central, que es hora de sentarse a dialogar desde la lealtad.

Los autores explican que la situación se está complicando cada día más, y que urge encontrar una solución al problema deEspaña en Catalunya."Conforme se han ido cumpliendo etapas del proceso,sin que sea la menor el pasado 9-N, el escenario central que ha ido cogiendo fuerza en las previsiones incluye unas elecciones plebiscitarias...". Pos eso avisan que si esa hoja de ruta se cumple, deja pocas alternativas a la suspensión de la autonomía, algo que los exministros consideran una situación poco deseable y muy difícil de gestionar.

Por eso exigen una actuación ya para evitarun fatal desenlace:"Si seguimos estirando la cuerda, lo único cierto es que, en algún momento, se romperá, echando por tierra muchas ilusiones, mucho trabajo común y grandes posibilidades abiertas hacia el porvenir.". Los exministros piden que se dibuje un nuevo escenario, un futuro, sin falsas ensoñaciones. Y aquí es donde mandan un recado a las dos partes, una al gobierno central y otra a la Generalitat o al mundo independentista. "La idea de una independencia idílica, conseguida sin costes, que provoca una desgarradora fractura interna en la sociedad catalana y otra muy dolorosa fractura externa con el resto de españoles. Pero también, sin la ensoñación de pensar que esto pasará solo y podremos volver, también sin costes, a la casilla de inicio. Tanto una como otra alternativa son falsas soluciones, por inviables.". El problema existe y debemos reconocerlo, dicen los autores, que admiten que hay una gran parte de la sociedad catalana "sensiblemente incómodacon el modelo actual de relaciones con el resto de España.

Llegan a la conclusion de que hay que hacer cosas distintas de las hechas hasta ahora pero no de las que se logró hacer en la Transición.

Disponen una hoja de ruta que pasaría por un nuevo pacto constitucional que voten todos los españoles y un nuevo estatuto que voten los catalanes.

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