Los jóvenes no esperan nada de las oficinas de empleo

    • En la oficina de empleo del Barrio del Pilar el número de jóvenes menores de 30 no supera el 15%.
    • Este colectivo considera poco útil a esta institución en la búsqueda de trabajo.

El número de desempleados baja en 1.109 personas en febrero en Murcia, un 0,72%
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En la oficina de empleo del madrileño Barrio del Pilar, la media edad sobrepasa los 40 años y el número de jóvenes menores de 30 apenas alcanza el 15%. Un dato que poco tiene que ver con la situación actual. En España, la tasa de parados de este colectivo, ya alcanza el 55,2%, según los datos del último informe sobre 'Situación Social de los Jóvenes Europeos', publicado por la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo.

¿El motivo de esta estampida? Los jóvenes españoles no consideran útiles a estas oficinas de búsqueda de empleo, o al menos, así nos lo cuenta Sara, una licenciada en Derecho de 26 años. "Yo me apunté hace tres meses y solo para que me hicieran descuento en un curso. No tengo ninguna esperanza en que estos sitios me encuentren trabajo y como no tengo ninguna prestación que cobrar, los considero innecesarios".

"Estoy apuntado porque me lo exigen para solicitar una beca", asegura Carlos, estudiante de Filología Hispánica e Ingeniería de Software de 19 años.

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En la oficina de empleo se respira paz, rutina y a la vez prisa. La gente entra y sale sin mediar palabra alguna, mientras no quita ojo a la pantalla del turno de espera.

El silencio es sepulcral hasta que se pronuncian las palabras mágicas: paro, 'mini jobs', empleo y Alemania. Entonces, la gente comenta, hace corrillos con los de alrededor y siempre llega a la misma conclusión: "Qué le pregunten a los hijos de los diputados si trabajarían por 300 euros al mes. Cuando los políticos devuelvan lo que deben, quizá pueda remontar el paro. Nos están echando".

Entre tanto revuelo, solo los más atrevidos se acercan, como Carmen, una madre con todos los miembros de la familia en paro. "No te imaginas lo duro que es aparentar que todo se arreglará cuando sabes que esto va para largo", declara.

Elena, por su parte, nos cuenta como a sus 27 años, con una licenciatura en Tecnología de los Alimentos, se le cae el alma a los pies al salir de cada entrevista y saber que no le llamaran nunca. "Echo una media de 20 currículums al día y rara vez me contestan. No tengo ya ninguna esperanza, aunque cruzo los dedos por saber cuándo será la última vez que cruce esta puerta", sentencia.

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