Los lores rechazan legislación para penalizar comportamientos molestos

  • La Cámara de los Lores británica rechazó anoche por amplia mayoría una propuesta legislativa del Gobierno para penalizar comportamientos "molestos" en público.

Londres, 9 ene.- La Cámara de los Lores británica rechazó anoche por amplia mayoría una propuesta legislativa del Gobierno para penalizar comportamientos "molestos" en público.

Un total de 306 pares, incluidos rebeldes de los partidos gobernantes conservador y liberaldemócrata, frente a 178 votaron en contra de los planes del Ejecutivo que permitirían solicitar órdenes judiciales de prohibición de esas actitudes en público.

La propuesta está incluida en el proyecto de ley de policía, contra el crimen y los comportamientos antisociales que actualmente analiza el Parlamento y que, después del voto de los lores, volverá a la Cámara de los Comunes.

El objetivo del Gobierno del primer ministro, David Cameron, es sustituir las actuales órdenes contra el comportamiento antisocial por otras que prevendrían los comportamientos "irritantes o molestos".

Sin embargo, los lores consideraron que esta segunda definición es demasiado amplia y podría acabar prohibiendo actividades como juegos infantiles, protestas, predicadores callejeros, coros navideños, repartidores de panfletos o el nudismo.

Según la propuesta gubernamental, las órdenes podrían emitirse sobre personas a partir de 10 años y su incumplimiento podría reportar incluso penas de cárcel.

Los miembros de la Cámara de los Lores, que no es electa sino designada y supervisa la actividad de los Comunes, valoraron que la propuesta, tal como está formulada, socavaría la libertad de expresión y asociación.

Geoffrey Dear, lord independiente que lideró la oposición a la iniciativa, señaló que, aunque algunos comportamientos puedan resultar molestos, no es razón para prohibirlos.

"Vivimos en una isla superpoblada y sin duda debemos ejercitar un cierto grado de tolerancia y paciencia", afirmó.

El ministerio del Interior sostiene que las órdenes nunca se utilizarían de manera que no fuera razonable pero los críticos apuntan que, en cualquier caso, no servirán para prevenir los comportamientos realmente intrusivos o delictivos.

Tras el veto de los lores, el proyecto de ley volverá a la Cámara de los Comunes, que decidirá si mantiene o no la propuesta.

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