Los palestinos esperan con dudas e incertidumbre la reconciliación política

Jerusalén.- Los palestinos de Cisjordania y Gaza reciben con esperanza, pero también con dudas e incertidumbre, el acuerdo de reconciliación que firmarán hoy en El Cairo el partido nacionalista Al-Fatah y el islamista Hamás.

Tras cuatro años de división política y geográfica, con Al-Fatah gobernando en Cisjordania y Hamás en Gaza y sin ningún tipo de coordinación ni diálogo, buena parte de los palestinos cruza los dedos para que el pacto de unidad nacional no quede en agua de borrajas y conduzca a una mejora de la situación en los territorios ocupados.

La mayoría reconoce que el acuerdo es un paso importante, pero tiene serias dudas de que llegue a consolidarse y, también, de que se traslade a los ciudadanos, que han acusado la división a lo largo de este período.

El grupo islamista ganó las elecciones legislativas en 2006 y, tras formar un ejecutivo monocolor y posteriormente uno de unidad nacional con Al-Fatah, se hizo un año después por la fuerza con el control en la franja de Gaza.

Desde entonces, el enfrentamiento entre unos y otros ha sido absoluto y ha dado lugar a persecuciones, encarcelamientos y la represión de los seguidores de un partido en el territorio controlado por el contrario.

Tarek, abogado árabe israelí residente en Abu Gosh asegura que, como palestino, siente que el de mañana puede ser "un acontecimiento muy importante de cara al establecimiento de un Estado palestino".

"Quizás con un gobierno de unidad la comunidad internacional mire con otros ojos a los grupos políticos palestinos y esto sirva para levantar el bloqueo" al que Isral -con el apoyo de Egipto- somete al millón y medio de habitantes de Gaza desde 2007.

También es optimista Amal Hul, joven jerosolimitana de 23 años, que opina que "será posible lograr la reconciliación" y espera que esta "ponga fin a todos los problemas entre los dos movimientos políticos".

A su entender, el pueblo palestino tendrá, tras la firma del pacto, "más confianza en que Palestina mejorará su situación económica y política".

En general, los palestinos ven el pacto bajo una luz positiva, aunque tienen serias dudas sobre su aplicación y la capacidad de ambas partes de cumplir sus compromisos y trabajar en común.

"Espero que tenga éxito y que no tengamos más problemas. Si hay reconciliación todo irá bien, yo podré seguir estudiando, tendremos libertad de movimientos, será bueno para todos", señaló Ala Shaker, estudiante de la Universidad de Ramala.

Quizás las reticencias son mayores entre la población de Gaza, la que con más dureza ha sufrido la desunión política.

Arafat Al-Haj, de 27 años, asegura ser "muy pesimista" con el pacto.

"No creo que esta reconciliación vaya a producir un liderazgo nacional capaz de dirigir nuestra resistencia y alcanzar nuestros objetivos", manifestó.

Según él, los palestinos están sumidos en "un caos político" y se puede producir que haya "dos plataformas políticas en un sólo gobierno" pero que "la reconciliación no llegue a la calle".

Es la misma duda que mantiene Suha Mosbah, residente en Gaza capital, convencida de que "la reconciliación puede ampliarse a la sociedad, pero no sin pasar antes por algunos problemas".

Los palestinos, sin embargo, no parecen muy afectados por la férrea oposición a la reconciliación de Israel, que ha advertido que un proyecto político conjunto con los islamistas de Hamás pondrá fin al proceso de paz impulsado por Washington que, de todos modos, permanece estancado y sin visos de reiniciarse desde el pasado septiembre.