BARCELONA, 3 EUROPA PRESS
El Gremio de Pasteleros de Barcelona está ultimando la mona de la Sagrada Familia con 35 kilogramos de chocolate que reproduce la fachada del nacimiento, y que degustará el Papa tras el almuerzo con obispos y cardenales el 7 de noviembre tras dedicar al culto el templo expiatorio.
En declaraciones a Europa Press, el director de la escuela de pastelería del Gremio de Pasteleros de Barcelona, Olivier Fernández, ha avanzado que la mona tendrá una base de 70 x 60 centímetros y 1,10 metros de altura --1,80 cuando se pose en la peana--.
"Es una obra de arte", ha remarcado Fernández, y ha precisado que en su elaboración han participado una veintena de alumnos y profesores de la escuela, que han invertido 250 horas en la escultura a lo largo de 35 días --desde que recibieran el encargo del Arzobispado de Barcelona--.
La mona, que este miércoles remacharán con la entrada principal, el escudo vaticano y un baño de chocolate par darle brillo, ha supuesto un trabajo a contrarreloj y el reto de coordinar a un gran equipo --normalmente la elaborarían cuatro personas--.
"Todo el que ha querido ha hecho su aportación a la mona", ha explicado el director, y ha remarcado "la gran satisfacción", pero también la "enorme responsabilidad" de coordinar el trabajo, que supuso una investigación extensa sobre la arquitectura del templo. "Ha sido como dirigir la obra de verdad", ha apostillado.
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