Londres.- El príncipe Guillermo y Catalina, ya convertidos en marido y mujer, han abandonado la abadía londinense de Westminster donde hoy contrajeron matrimonio y se dirigen en una carroza descubierta hacia el palacio de Buckingham, donde se espera que salgan al balcón para saludar a la multitud.
Tras un servicio religioso de poco más de una hora de duración y de firmar en el registro de casados, los nuevos duques de Cambridge salieron del templo al repique de campanas y entre gritos de la multitud congregada.
Los recién casados se subieron a una carroza 1902 State Landau tirada por cuatro caballos blancos y acompañada por cocheros y dos jinetes en caballos negros, seguidos de la guardia real montada a caballo.
La State Landau es la misma que utilizaron el príncipe Carlos y Diana en el recorrido que hicieron entre la catedral de San Pablo y el palacio el día de su enlace matrimonial, el 29 de julio de 1981.
Los novios realizarán un breve recorrido por las avenidas céntricas de Londres, como Pall Mall y Whitehall, para saludar a las miles de personas que flanquean las calles, hasta llegar al palacio.
Se espera que, una vez allí, salgan a saludar al balcón y posiblemente se den un beso para sellar su matrimonio.
En las céntricas calles de Londres, miles de ciudadanos desafiaron hoy a los partes meteorológicos -que preveían chubascos- para agolparse a lo largo de la ruta que siguió el cortejo nupcial.
Ese riesgo de chubascos no impidió a los numerosos curiosos celebrar por todo lo alto en las calles de la ciudad este casamiento, ataviados con parafernalia propia para la ocasión como gorros, banderas o camisetas.
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