"Estamos preocupados por el proyecto europeo", afirman los seis miembros fundadores en una declaración común de sus ministros de Relaciones Exteriores, presentes este martes en Roma para "el lanzamiento de una reflexión común sobre cómo reforzar la Unión Europea".
Mostrando un 'credo' netamente proeuropeo, aunque pueda parecer "a contracorriente", según el jefe de la diplomacia italiana Paolo Gentiloni, no obstante, estos seis países quieren creer que la Unión continúa siendo "la mejor respuesta" a los desafíos actuales.
Aún más, debería avanzar más en la integración para ser eficaz y pertinente en la resolución de las crisis de la actualidad, para comenzar la de la inmigración masiva hacia Europa.
"Seguimos resueltos a continuar el proceso de creación de una unión cada vez más estrecha entre los pueblos de Europa", señalan los firmantes de esta declaración.
Ésta queda abierta a todos, pero es realista al reconocer que varios países de la UE no comparten este entusiasmo europeo.
Estos seis países (Alemania, Bélgica, Francia, Holanda, Luxemburgo e Italia) consideran respecto a este punto que la Unión Europea "permite caminos diferentes para la integración".
"Somos absolutamente conscientes en cuanto a que hay dificultades, y que todos los países no comparten la importancia de un compromiso común", reconoció Gentiloni ante la prensa, para después señalar los bloqueos a una política común sobre los migrantes, en particular.
Este primer debate "informal", y que no pretende sustituir a otros "formatos" de reunión en la UE, se reanudará con otra nueva, en esta ocasión en Bélgica, señaló el ministro de Exteriores italiano.
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