Los socialistas portugueses pactan para que no gobierne Passos Coelho

El secretario general del Partido Socialista (PS), Antonio Costa, presentaba el lunes una "solución alternativa de gobierno", en un encuentro con el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva. Después de dos semanas de negociaciones, el líder socialista aseguró estar ya en condiciones para gobernar con el apoyo de los comunistas y el Bloco de Esquerda, una alianza inédita en la democracia portugesa.

Costa presentó a Aníbal Cavaco su propuesta de tripartito que "expresa la voluntad de los portugueses" y garantiza la estabilidad parlamentaria. El ganador de las elecciones, sin mayoría absoluta, fue el conservador Passos Coelho, al que es probable que Cavaco encargue la formación del Ejecutivo. Sin embargo, la mayoría parlamentaria de izquierdas condenaría su intento al fracaso.

Costa informó a los medios de los contactos que se han mantenido con sus 'aliados'. "Se han creado las condiciones para presentar una solución de estabilidad en el Parlamento y que a la vez exprese la voluntad de los portugueses". Para Antonio Costa, el hecho de que Portugal pudiera tener un gobierno de gestión sería muy perjudicial para la imagen exterior del país.El PSD "no ha conseguido encontrar una solución mayoritaria"

Y es que, el PSD "no ha conseguido encontrar una solución mayoritaria, no cuentan con el apoyo mayoritario del Parlamento", afirmó Costa, para añadir que el PSE "está disponible para asumir sus responsabilidades y crear las condiciones necesarias para crear las condiciones de estabilidad".

"Sería irresponsable colocar al país en una situación de ingobernabilidad", afirmó Antonio Costa, refiriéndose a la posibilidad de que Cavaco Silva decida nombrar como primer ministro a Passos Coelho.

La coalición conservadora 'Portugal al frente' vencía las elecciones el pasado 4 de octubre con un 38%de los votos, un porcentaje que no fue suficiente para alcanzar la tan ansiada mayoría absoluta. Socialistas y conservadores se reunieron en un par de ocasiones, pero ninguno de lso dos encuentros llegó a buen puerto.

Por su parte, Passos Coelho ha sido bastante crítico con esta postura del socialista, al que ha acusado de "radicalismo" al preferir negociar con la "extrema izquierda" antes que con "partidos europeístas".

La opción, que está fuera de lugar, es la de convocar nuevas elecciones. Como hay cambio de presidencia en enero del próximo año, no puede haberl lamada a las urnas en Portugal hasta dentro de seis meses. Si Passo Coelho es primero ministro sería un gobierno de gestión con incapacidad para gobernar en la práctica.