Los socialistas tratan de reencontrar el paraíso barrido por los mercados

  • Desde el documento de reflexión de Carme Chacón hasta las propuestas de cientos de afiliados, en este Comité Federal todas las voces tienen un denominador común: perdimos nuestra esencia socialdemócrata cuando nos dejamos vencer por la especulación y los mercados. La duda es si el PSOE puede fundar un credo socialista nuevo para un mundo que cambia cada día. 
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Documentos, ponencias, reflexiones... Este Comité Federal del PSOE que ha reunido a 243 delegados en el fin de semana, ha venido precedido por un canto De Profundis: el de los socialistas que han sufrido 'la mayor derrota electoral de nuestra historia", como reconocía hace semanas el documento “Mucho PSOE por hacer”.

En sus apariciones públicas y en la prensa, los socialistas han hecho lo más parecido a un auto de fe medieval: golpes en el pecho, palinodias, búsqueda del perdón, súplicas, conversiones, rasgar de vestiduras, plañideras. Solo ha faltado el sacrificio de cien bueyes, el verdadero holocaustos.

“Sin duda, los socialistas debemos sentirnos especialmente afectados por la pésima consideración que los españoles tienen de la clase política”, decía Cristina Narbona en un documento titulado “Un nuevo PSOE por hacer”.

“No podemos culpar exclusivamente a las circunstancias de nuestra pérdida de apoyos. No ha sido solo la crisis, también la gestión de la crisis ha sido causa de nuestra derrota”, decía Carme Chacón y otros militantes, en el documento que desató la autocrítica hace semanas.

Jose Borrell, afirmaba en otro documento "Hoy sólo quedan en Europa dos pequeños países con gobiernos socialdemócratas. Y aunque casi todos los gobiernos han sido castigados en las elecciones, “los conservadores han resistido mejor que los socialistas la cita con las urnas".

El ex ministro pedía analizar "muy seriamente" por qué ante una crisis, considerada como una crisis del capitalismo, los europeos no han dado su confianza a los socialistas para buscar soluciones, "justo cuando más necesarios son los mecanismos compensadores del Estado social".

En resumen, el PSOE ha perdido credibilidad y la fe de sus militantes porque traicionó los principios socialistas. “Cuando aplicamos, ciertamente obligados, políticas contra la crisis ajenas a nuestra orientación ideológica y a nuestros valores, perdimos otra parte de nuestro crédito”, afirma un documento.

Si se pudiera resumir el estado de ánimo de los socialistas en este momento, es el de una persona que ha sufrido un accidente inesperado, y que trata de recordar en el hospital cómo ha sufrido ese accidente.

A escala interna, ese shock ha llevado a plantear una serie de preguntas que solo por el hecho de plantearlas ya reflejan la magnitud de la duda:¿Por que hemos traicionado nuestros principios? ¿Cual es nuestra esencia? ¿Cómo combatir a los especuladores que nos han puesto contra las cuerdas?

Pero si alguien esperaba que la ponencia-marco que se aprobó este domingo resolviera alguna de esas dudas estaba equivocado. El 80% del escrito está dedicado a resolver algo que muchos pensaban que estaba resuelto hace 2.000 años: la democracia.

Es decir, la ponencia marco se dedica a desarrollar cómo organizar las elecciones primarias, cómo elegir los órganos de dirección, cómo mejorar la participación de los militantes… En resumen, a ver cómo montar el tinglado electoral donde competirán Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba.

Pero el problema no es la lucha de dos pesos pesados, sino si el partido tiene algo que ofrecer a los españoles. Por ejemplo, ¿cómo hacer que los jóvenes vengan al partido?

“Debemos ofrecerles nuevas propuestas políticas”, dice la ponencia-marco, “pero también un modelo de partido mucho más atractivo. Los jóvenes se acercarán, si nuestra estructura orgánica y nuestras propuestas, sintonizan con su forma de vida y con su forma de entender la sociedad.

No solo los jóvenes se están alejando del partido. Los viejos militantes, la base, los simpatizantes se alejan desesperanzados. El PSOE ya no es “la fuerza transformadora”, pero quiere volver a serlo. Lo que sorprende es que para ello no propone un nuevo credo, o lanzar un discurso novedoso sino “usar las nuevas tecnologías, las redes sociales”. Si ese es el lenguaje de la juventud, pues usémoslo, parecen decir.

Pero ¿qué tiene que ver esto con la ideología? ¿Con la socialdemocracia? ¿No es una herramienta como en su tiempo lo fue la radio o la televisión? ¿No la pueden usar en el Partido Popular? ¿Es Twitter de izquierdas o progresista?

Quizá el mayor descubrimiento de esta ponencia-marco es lo que los ideólogos del PSOE llaman “el nuevo paradigma”. Vivimos en un mundo global, interdependiente y conectado que se ríe de las fronteras. Los mercados, en fin. Esos que abatieron al PSOE.

En la página web abierta por el partido donde los militantes vierten sus opiniones, muchos de ellos reclaman combatir a los mercados, a la especulación, a la banca, a la bolsa, incluso una vuelta a los orígenes del socialismo como la nacionalización de la banca, el gasto social, la nivelación…

Queda el día del Juicio Final: esas trompetas que anunciaran a principios de febrero un nuevo Mesías, quizá un nuevo credo y a lo mejor un socialismo renovado. Será en el Congreso del Partido Socialista.

Hasta entonces, el PSOE seguirá preguntándose qué son los mercados y cómo combatirlos.

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