Morir por Alá era, según los yihadistas de la célula desmantelada en Barcelona en abril, "como la picadura de una abeja", "un pellizquito". Es lo que revela el sumario de la operación Caronte, instruido en la Audiencia Nacional, a la que ha tenido acceso el diario El Mundo.
Así, según el contenido de las conversaciones telefónicas intervenidas, se revela claramente que los sospechosos tenían la intención de viajar a Siria para unirse a las filas del Estado Islámico.
El grupo había estado bajo vigilancia de las fuerzas de seguridad durante casi un año, y las escuchas intervenidas durante ese tiempo muestran la predisposición de los detenidos para marchar a hacer la 'yihad'.
Bajo el nombre de laFraternidad Islámica,Grupo para la Predicación del Yihady con una espada y una metralleta como emblema, el grupo tenía relación familiar con personas que habían viajado ya a Siria e Irak, según informó un infiltrado de los Mossos y un testigo protegido.
El presunto jefe del grupo sería un español converso que trabajaba de peluquero, Antonio S. M., dedicado a atraer a reclutas y adoctrinarles con documentos y vídeos sobre la yihad, como los libros encontrados sobre los atentados del 11-M en su domicilio.
Entre sus planes, que poco a poco se fueron radicalizando, y se habló de buscar objetivos como elParlament, una comisaría de los Mossos, varios hoteles y centros comerciales.
Aunque había divergencias entre los miembros del grupo, revelan las investigaciones. Mientras uno quería matar a "peces gordos" otro quería atacar el Parlament, mientras también discutieron secuestrar a una directora de un banco para conseguir dinero o vestir a un rehén con un mono naranja y filmar su ejecución.
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