Lugo vuelve a desmentir que tenga vínculos con grupo armado de izquierda

  • El presidente paraguayo, Fernando Lugo, volvió hoy a asegurar que no tiene ningún tipo de vínculo con un grupo armado de izquierda que opera en el noreste del país y que según la Fiscalía fue adiestrado por la guerrilla colombiana.

Asunción, 24 nov.- El presidente paraguayo, Fernando Lugo, volvió hoy a asegurar que no tiene ningún tipo de vínculo con un grupo armado de izquierda que opera en el noreste del país y que según la Fiscalía fue adiestrado por la guerrilla colombiana.

"No tengo ninguna vinculación con el EPP", aseguró Lugo a los periodistas en alusión al autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

El jefe de Estado salió de esa manera al paso de nuevos rumores de prensa que señalan que el EPP presuntamente aportó unos 100.000 dólares para su campaña proselitista de cara a las elecciones del 20 de abril de 2008, en las que resultó vencedor.

"A mi no consta (...). Las mentiras no me afectan, no tengo ninguna vinculación con el EPP", insistió el gobernante, quien calificó a esa banda como "un grupo criminal con formación política, al inicio".

Lugo y algunos de sus colaboradores han salido con anterioridad al paso de ese tipo de versiones de las que también se hicieron eco en reiteradas ocasiones los detractores políticos del gobernante, que anteriormente fue obispo católico de San Pedro, precisamente una de las zonas donde opera el EPP.

El Gobierno se vio obligado el 10 de octubre pasado a decretar el estado de excepción por 60 días en los departamentos de Concepción y San Pedro, para tratar de capturar a los integrantes del EPP.

En alusión esos procedimientos llevados a cabo por policías y militares, que hasta el momento no han conseguido dar con los presuntos miembros del grupo armado, Lugo expresó que están "poniendo todos los esfuerzos".

"Si no se llega a los objetivos, vamos a disponer de todas las fuerzas institucionales para derrocar definitivamente a estos delincuentes y a otros", enfatizó.

El EPP cuenta con al menos una decena de integrantes a los que se atribuye secuestros, asesinatos de policías, ataques a fincas agrícolas e instalación de explosivos en sedes estatales, según las autoridades.

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