Madrid. Desarticulado un grupo al que se imputan 70 robos en viviendas de la región


Agentes de Arganda del Rey, en colaboración con la Policía Local del municipio, han desarticulado, en el marco de la operación "Furat", un activo grupo perfectamente organizado compuesto por 11 personas de origen rumano, responsables de 70 robos en domicilios de Alcalá de Henares, Arganda del Rey y Madrid capital.
Según informó este viernes la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, la banda contrataba a jóvenes y menores para cometer materialmente los robos, e imponía multas y castigos físicos a los miembros que no tenían éxito en sus delitos. El Instituto Armado no descarta nuevas imputaciones y la detención de algún posible cómplice que no haya sido descubierto hasta la fecha.
Las coincidencias encontradas en varios robos ocurridos en Arganda del Rey desde las últimas semanas de 2010 hicieron sospechar a los agentes que estaban siendo cometidos por las mismas personas. Las primeras gestiones revelaron la aparente conexión de estos robos con algunas detenciones ocurridas en la demarcación de jóvenes que siempre actuaban solos y eran sorprendidos robando en casas a las accedían mediante escalo.
Estos indicios, unidos a la detección en Arganda de varias personas sospechosas de origen rumano que podrían estar implicadas en los hechos investigados, provocaron la apertura de la operación "Furat".
El grupo cometía los robos entre las 09.30 y las 13.30 horas y entre las 17.00 y las 21.30 horas, cuando los moradores de las viviendas estaban ausentes. Accedían a pisos bajos o primeros pisos mediante escalo, bien trepando por las fachadas o llegando incluso a establecer un "castillo humano" para acceder a alturas más elevadas. La persona que se introducía en el domicilio pasaba los efectos a los compinches que aguardaban bajo la ventana.
TRES ESCALONES
Los agentes corroboraron que los dos jefes de la organización, hermanos, se encargaban de localizar los domicilios donde se iban a producir los robos, coordinar y reclutar a jóvenes.
En un segundo escalón, había individuos con experiencia que hacían labores de seguridad y recogían los objetos robados que les pasaban los miembros del tercer escalón.
Éste último estaba integrado por jóvenes de 18 años e incluso menores, que cometían materialmente el delito a cambio de 20 euros por robo, y normalmente bajo coacciones, amenazas, golpes y cacheos. Si eran sorprendidos por las Fuerzas de Seguridad o el robo no salía según lo previsto, les imponían multas y castigos físicos.
En el transcurso de la operación se observó que ante la negativa de algún miembro del grupo a continuar robando, víctima de coacciones y golpes, uno de los cabecillas organizó la llegada desde Italia de tres experimentados jóvenes de origen rumano que habían asumido la comisión de los últimos robos cometidos por el grupo antes de ser desarticulado.
La operación "Furat" se precipitó cuando se constató que la banda había dado un salto cualitativo en sus delitos, realizando robos con violencia e intimidación en tiendas regentadas por ciudadanos de origen chino.
A los 11 detenidos se les han incautado una pistola detonadora y decenas de objetos provenientes de robos realizados en 70 viviendas de Alcalá de Henares, Arganda del Rey y Madrid, así como más de 6.000 euros en joyas, que estaban listas para ser vendidas en locales de empeño. El destino del botín que conseguían era ser vendido rápidamente en el mercado negro para no dejar rastro del delito.

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