Madrid. El consejero delegado de metro dice que la demanda no se presentó por la huelga de junio, sino por el incumplimiento de servicios mínimos


El consejero delegado de Metro, Ignacio González Velayos, explicó hoy en la Comisión de Transportes e Infraestructuras de la Asamblea de Madrid, al ser preguntado por el diputado socialista Modesto Nolla sobre quién adoptó la decisión de presentar una demanda contra los representantes de los trabajadores tras la huelga de los días 29 y 30 del pasado mes de junio, que no se presentó por hacer una huelga, que es un derecho constitucional, sino por el incumplimiento de los servicios mínimos decretados por el Gobierno regional.
Tras destacar que el citado incumplimiento perjudicó a más de 2,5 millones de usuarios que no pudieron usar este servicio público, dijo que “se está a favor de esos madrileños perjudicados o con los que incumplieron los mínimos, unos pocos que impidieron la circulación del Metro”.
González explicó que la decisión de presentar la citada demanda la tomó la dirección de la empresa Metro ante los “impresentables incumplimientos” de los convocantes de la huelga, y añadió que ellos “tendrán que dar cuenta si han hecho una huelga ilegal”.
"BRONCA" COMUNIDAD-AYUNTAMIENTO
Nolla explicó que no entra en el fondo de la demanda, porque no conoce su contenido, y opinó que su presentación está relacionada con la “bronca” que mantienen los representantes de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de la capital en el Consejo de Administración de Metro.
El diputado socialista indicó que el presidente de Metro, el edil madrileño Juan Bravo, explicó en la Cámara regional que estaba en desacuerdo con la presentación de la demanda y que consideraba que este tipo de decisión debe ser colegiada.
Explicó que antes del Consejo de Administración del 18 de noviembre, en el que Bravo pensaba plantear algunas modificaciones de los estatutos de la empresa para que este tipo de decisiones no se tomaran personalmente por parte de alguien y fuesen colegiadas, “alguien decidió presentarla”.
“Fue una actuación torticera de alguien que no sabemos quién es, contradiciendo de manera traicionera la voluntad de Bravo, quien alegó que demandar alteraría la paz social”, señaló Nolla, que destacó que “todo abona nuestros temores de que la confrontación casi congénita entre la Comunidad y el Ayuntamiento está detrás de todo esto”.

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