Madrid. Los vecinos de butarque reclaman soluciones a los malos olores que padecen por valdemingómez y tres depuradoras

Hartos de soportar los malos olores que les llegan desde Valdemingómez y desde tres depuradoras de aguas, los vecinos del barrio de Butarque, en el distrito de Villaverde, han iniciado la campaña "Perfumemos Butarque" para que los ciudadanos vayan anotando en una web ("www.butarque.es") las puntas de mal olor que sufren con frecuencia y sus características principales.
Con esta iniciativa, la Asociación de Vecinos Independiente de Butarque quiere registrar todas las puntas de mal olor que padecen los vecinos para "denunciarlas hasta que cesen por completo", y obligar al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid "a que tomen las medidas necesarias para que no sigamos padeciendo periódicamente las pestilencias en el barrio".
En el formulario que han diseñado, los vecinos pueden indicar el día y la hora del mal olor, la intensidad del mismo y "el tipo de peste" (ceniza quemada, putrefacción u otro tipo).
La citada asociación vecinal denuncia que "con demasiada frecuencia, el barrio de Butarque se impregna de un mal olor muy fuerte, muy ofensivo, persistente y muy extendido", que suele intensificarse por la noche y que es mucho más fuerte en los meses de verano, lo que también complica más la vida a los vecinos, que en muchas ocasiones no pueden abrir las ventanas de sus casas en los días de fuerte calor.
Según esta asociación, los vecinos están expuestos a los caprichos de la dirección del viento y sufren las pestes del Parque Tecnológico Valdemingómez y también de las depuradoras de la China, la Gavia y la de Butarque.
Los vecinos han reclamado a los responsables locales y regionales soluciones en reiteradas ocasiones, y "anticipando una nueva callada por respuesta de dichas administraciones y ante un problema que no se corrige", han trasladado también la petición de ayuda al Defensor del Pueblo.
Los vecinos de Butarque entienden que "es un derecho poder respirar sin tener que soportar mal olor", y advierten en una nota que "no van a cesar en denunciar un hecho que incomprensiblemente se produce en una capital europea en pleno siglo veintiuno".