Nuakchot, 6 ene.- Mali ha pedido a las autoridades mauritanas que se involucren más en la solución a la crisis que sacude a este país, donde dos tercios están ocupados desde junio de 2012 por movimientos islamistas, declaró hoy en Nuakchot el primer ministro transitorio maliense, Diango Sissoko.
En el marco de una conferencia de prensa tras su entrevista con el presidente mauritano, Mohamed Uld Abdel Aziz, el primer ministro maliense aseguró que el jefe de Estado mauritano tiene una "visión muy clara de los problemas en Mali".
El presidente mauritano "está bien informado" de lo que pasa en esta región y tiene "muy buenas intenciones" para ayudar a que Mali "salga rápidamente de sus dificultades", dijo Sissoko, que trasladó a Aziz un mensaje del presidente maliense, Dionkounda Traoré.
Además, Sissoko recordó que su país comparte "las más largas fronteras (más de 2.000 kilómetros)" con Mauritania que, según él, está "fuertemente implicada en la solución" de la crisis en Mali.
El grupo radical islámico Ansar al Din, que controla el norte de Mali desde el pasado mes de junio, decidió esta semana romper el "cese de hostilidades" con el Gobierno central de Mali, al que se comprometió unilateralmente el pasado 5 de diciembre para avanzar hacia una solución política del conflicto.
Ansar al Din justificó este cambio de postura en la actitud "belicista" de las autoridades de Mali y sus ansias guerreras.
El 20 de diciembre, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 2085 que autoriza, inicialmente por un año y con condiciones, el despliegue de tropas africanas en esa región para ayudar a las autoridades de Bamako a recuperar la integridad territorial.
Por su parte, el Ejército mauritano está familiarizado con la zona del norte de Mali puesto que llevó a cabo en junio y octubre de 2011 operaciones militares contra bases del Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) en ese territorio.
Sin embargo, el pasado 30 de noviembre el presidente mauritano volvió a reiterar que su país no participará en la intervención militar internacional, pero defenderá el territorio nacional en caso de una amenaza exterior.
El norte de Mali, una vasta región de 850.000 kilómetros cuadrados, permanece al margen de la autoridad de Bamako desde que el pasado 22 de marzo un golpe militar derrocó al presidente maliense, Amadu Tumani Turé.
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