Madrid, 9 abr.- Marcelino Oreja, que fue ministro de Exteriores durante los gobiernos de Adolfo Suárez, ha recordado hoy que sus dos únicas discrepancias con el expresidente recientemente fallecido fueron la OTAN y las relaciones con Israel.
Oreja ha confesado que era partidario de la incorporación a la OTAN y de establecer relaciones con Israel, mientras que Adolfo Suárez no quería.
En las Jornadas "Homenaje a Adolfo Suárez. La Transición", organizadas por el CEU y el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Oreja ha remarcado que "Suárez tenía sus razones, aunque yo no las compartía. Él creía que la entrada en la OTAN, con la oposición frontal del resto de partidos, podría tener consecuencias negativas".
Oreja, presidente del Instituto Universitario de Estudios Europeos de la Universidad CEU San Pablo, ha explicado que el otro motivo de divergencia fue Israel.
"Suárez no estaba nada convencido de las relaciones con Israel porque pensaba que España estaba muy necesitada de petróleo", ha precisado.
Sobre Gibraltar, Oreja ha dicho que siendo Josep Piqué titular de Exteriores, los gobiernos español y británico hicieron "una buena negociación" sobre la base de la cosoberanía, pero no llegó a fraguar porque, con el cambio de ministro, en el verano de 2002, "ya no hubo más y aquello murió".
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