Margallo reivindica "la diplomacia del agua" para afrontar problemas hídricos

  • La escasez del agua, la distribución desigual de este recurso básico entre territorios y el hecho de que estos problemas serán "más acuciantes" llevará a que "la diplomacia del agua" ocupe "buena parte" de las agendas de los países, según el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

Valencia, 26 feb.- La escasez del agua, la distribución desigual de este recurso básico entre territorios y el hecho de que estos problemas serán "más acuciantes" llevará a que "la diplomacia del agua" ocupe "buena parte" de las agendas de los países, según el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

En su intervención en la segunda jornada de la Cumbre del Agua que Casa Mediterráneo celebra en Valencia, y en la que países de ambas orillas del Mediterráneo buscan una estrategia común sobre el agua, el ministro ha asegurado que éste es un tema "importante, candente y conflictivo".

García-Margallo ha reivindicado el agua como "el elemento más importante para el desarrollo económico", así como desde el punto de vista de la "solidaridad interterritorial".

Sin embargo, ha advertido de que mientras las pantallas de todos los operadores económicos del mundo suelen abrirse con el precio de materia primas, como el petróleo, el café, la soja o el gas, "no hay referencia alguna al precio del agua".

Ha asegurado que más de 2.800 millones de habitantes del planeta no tienen acceso o tienen un acceso difícil al agua potable, y entre 6 y 8 millones mueren cada año por esta causa, al tiempo que ha señalado que 10 países acumulan el 60 por ciento de las reservas hídricas mundiales.

Con estos datos, ha dicho, el agua será en los próximos años "un factor de conflicto importante", y ha reivindicado este recurso como "factor de paz, sostenibilidad y desarrollo", y ha abogado por una "diplomacia del agua" que, a su juicio, debe ejercerse desde Naciones Unidas.

Durante su intervención, el ministro también ha reivindicado la "enorme" importancia que tuvo la tradición morisca en la distribución del agua y la aportación de esta comunidad, expulsada de España en 1609, tanto a la historia de España en general, como a la del agua en particular.

García-Margallo ha manifestado que ahora que el Ministerio está haciendo "un enorme esfuerzo" para recuperar "la memoria histórica, la buena memoria histórica", con el reconocimiento de la nacionalidad a los sefarditas, "es buen momento también para recordar la tradición morisca".

Preguntado tras el acto por esta cuestión, el ministro ha afirmado que igual que se ha recuperado "la aportación de los sefarditas en la cultura española, debemos recuperar la aportación de los moriscos".

"No olviden que España era Hispania para los romanos, Al-Andalus para los árabes y Sefarad para los judíos, y las tres cosas es una y la misma y eso es la buena memoria", ha defendido el ministro.

Sobre si los moriscos podrían también obtener la nacionalidad española, ha dicho que es "un problema técnico a discutir" que no pude resolverse "en un cuarto de hora", pero ha manifestado que "honrar la memoria de los moriscos" como parte de la herencia y tradición españolas le parece "importante".

En el acto también ha intervenido el ministro de Asuntos Exteriores de Argelia, Ramtane Lamamra, quien ha valorado la colaboración entre ambos países en materia hídrica, y ha considerado que una estrategia común sobre agua permitirá promover la paz, la seguridad y los derechos humanos.

Se ha mostrado orgulloso tanto de los trasvases hechos como de los proyectos de desalinización puestos en marcha con la colaboración de España, y ha asegurado que en esta estrategia común deben tener cabida las preocupaciones de todos los países, tanto del norte como del sur.

Ha manifestado que este documento permitirá un marco favorable para garantizar los recursos en la zona del mediterráneo occidental, pero ha considerado que esta iniciativa puede ir "más allá del espacio" que comparten estos países.

La directora de Casa Mediterráneo, Almudena Muñoz, ha considerado "crucial desplegar la diplomacia preventiva" para evitar que los problemas del agua sean "fuente de preocupación". EFE

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