Mas asume su "responsabilidad política" por el 9-N pero descarga la ejecución en los voluntarios

El president en funciones de la Generalitat, Artur Mas, ha asumido este jueves la responsabilidad "de haber tomado la iniciativa política" de la consulta del pasado 9 de noviembre. Así lo ha admitido ante el juez, en su comparecencia como imputado, y lo ha explicado en rueda de prensa posterior, en el Palacio de la Generalitat.

"No me escondo y lo digo. Me declaro máximo responsable de haber tomado esta iniciativa política y haber llevado a cabo este proceso", ha dicho.

Mas, que ha encuadrado la consulta en el "proyecto más importante" de su legislatura, se ha reivindicado como responsable "de haber escuchado a los centenares de miles de personas" que se manifestaron en las distintas Diadas, "a más del 90 por ciento de los ayuntamientos Cataluña" que, ha explicado, le reclamaron "dar voz a la ciudadanía", y "de haber obedecido a diversas resoluciones del Parlament", en las que, defiende, se amparaba la consulta.

"Soy el único responsable, no el máximo, el único, de haber dado voz y voto a los ciudadanos de Cataluña en las elecciones anticipadas con el objetivo de recibir mandatos democráticos que legitimasen actuaciones políticas posteriores", ha subrayado con insistencia. De forma conjunta "con el resto del Govern" ha asumido también el "haber aplicado la providencia del Constitucional que suspendía distintos artículos de la ley de consultas"

"Los políticos tenemos la obligación de adecuar los marcos jurídicos a las demandas sociales expresadas de manera libre y pacífica mediante votaciones", ha advertido."La querella es resultado de la rabia del Estado por el éxito del 9-N"

Mas ha enmarcado la consulta, a la que se ha referido como "proceso participativo", como consecuencia de "una evidencia institucional y política y resultado de una intensísima participación ciudadana".

"He planteado a los jueces si comportarse como un demócrata implica comportarse como un delincuente. Esto lo dejo en sus manos y lo sabremos en los próximos meses", ha planteado Mas.

El líder de CDC ha recordado, no obstante, que fueron los voluntarios "los verdaderos ejecutores" del 9-N, una vez modificado el "formato" de la consulta tras la suspensión por parte del Tribunal Constitucional.

"Cierto que la Generalitat colaboraba, informaba, prestaba servicios y materiales, daba explicaciones, pero no daba ni órdenes ni instrucciones", ha subrayado.

Mas se ha mostrado contrariado por la citación judicial-en la causa están también imputadas la consellera de Educación, Irene Rigau y la exvicepresidenta Joana Ortega- y ha considerado que "por esta iniciativa se debería comparecer ante un Parlamento, pero nunca ante un tribunal, y menos en una causa penal".

Al igual que Rigau y Ortega, el president catalán se ha negado a responder a Fiscalía, al considerar que actuó de forma "desproporcionada" y en contra de la opinión de los 9 fiscales de la Junta de Fiscales de Cataluña, que no habían apreciado delito en su celebración. "LaFiscalía General del Estado pasó por encima de este criterio y unánime e impulsó esta querella", ha advertido.

Según Mas, la respuesta judicial fue impulsada una vez comprobada "la enorme movilización ciudadana y el eco internacional" del 9-N. "Nohay ningún tema de derecho, no es un tema de leyes, es cuestión de rabia de las instituciones del Estado español por el éxito del 9-N"."Nunca el éxito de la democracia debería acabar ante los tribunales de justicia", ha clamado. Mas ha acusado al Gobierno de haber pasado de la "burla pública" al "abuso de poder" con la querella.

Mas ha despejado con un "depende del momento y la situación jurídica del país" la pregunta de si acataría una posible inhabilitación. "¿Cree que acabar por la vía penal con un president de la Generalitat acabará con un proceso que cuenta con este apoyo popular?", ha inquerido al periodista.

Antes de su intervención, Mas ha agradecido a las personas que este jueves se han concentrado ante la sede del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya para trasladarle su apoyo. "Me he sentido muy reconfortado", ha admitido, al tiempo que ha rechazado que las concentraciones sean un ataque a la independencia judicial, como el martes señalaron los jueces del TSJC a través de un comunicado.

"No admito que sean presiones sobre los tribunales, son manifestaciones de expresión popular", ha subrayado. "Me imagino que la justicia es lo suficientemente fuerte o independiente para no estar pendiente de manifestaciones y pancartas".