Mas se confirma como candidato y apremia a la CUP a recapacitar por el bien del procés

    • El candidato asume que el acuerdo es prácticamente imposible: "El lunes firmaré el decreto de convocatoria de elecciones".
El president en funciones, Artur Mas, en rueda de prensa este martes.
El president en funciones, Artur Mas, en rueda de prensa este martes.

El president en funciones de la Generalitat, Artur Mas, está dispuesto a apurar todos los plazos para ser investido, pese a tenerlo todo en contra: un 'no' de la CUP ante el que este martes se ha vuelto a confirmar como candidato.

En rueda de prensa tras la reunión del Consell Executiu, el primero tras la negativa de los anticapitalistas, Mas ha asumido por primera vez que el próximo lunes firmará el decreto de convocatoria para unas nuevas elecciones. Pero, al mismo tiempo, ha rechazado que eso suponga liquidar sus aspiraciones. "Hasta el domingo hay tiempo para que haya una investidura", ha apremiado, en un último intento para convencer a la mitad de los anticapitalistas de que cedan a su veto.

Sabiéndose sin opciones, Mas ha descartado no obstante cualquier atisbo conciliador. "Junts ha hecho tantas ofertas a la CUP que lo que está claro es que no se pueden hacer más. Es un camino sin fin", ha advertido, para luego apostillar que "la mitad de la CUP ha hecho que así sea".

Si alguien esperaba una sorpresa de última hora, el candidato ha borrado la posibilidad. Mas argumenta en dos "razones poderosas" el no dar alternativas. La primera, una de "eficacia". "Nadie puede vetar a nadie, la construcción de la soberanía nacional no se puede hacer con la mentalidad de la CUP", ha abroncado. La segunda, la "dignidad". "La presidencia de la Generalitat no es una subasta de pescado", ha comparado de forma gráfica.

El mensaje a los anticapistalistas ha sido áspero. "Reconozco que fue un error por mi parte el haber confiado en su sentido de país", ha lamentado el convergente, quien ha reprochado que "lo que impera es el espíritu revolucionario y en contra de casi todo". Después, y en línea con lo ya expresado este lunes por su partido, ha tratado de colocar a la CUP como el único responsable de que el procés descarrile.

"Creo que el error tiene gigantescas proporciones. Convertir a Cataluña en Estado requiere sumar y no restar, votar y no vetar", ha advertido. Mas se ha referido a la dimisión de Antonio Baños, líder de la CUP, como ejemplo de que "hay una parte muy importante dentro de la formación que no están de acuerdo con la decisión tomada".

"Piensan hacer la revolución con cinco diputados", ha ironizado Mas, quien ha aventurado incluso que "conociendo Cataluña, no existirán durante mucho tiempo".

El número cuatro de Junts ha desgranado las sucesivas propuestas que en estos meses han ido planteando para desatascar el Gobierno. Incluso, ha recurrido a la épica bíblica. "Hemos tenido más paciencia que Job", ha comparado.

Esa paciencia se ha resumido, ha dicho, en "esfuerzos de envergadura": el ofrecimiento de una presidencia coral, "una cosa polémica", ha asumido, una moción de confianza a los diez meses de legislatura o la propia hoja de ruta para la construcción de un Estado propio "sabiendo que no habíamos conseguido el 50 por ciento de los votos, pero sí la mayoría de escaños", ha admitido.

Pese a la falta de acuerdo, Mas se ha comprometido a tirar adelante el plan de choque social de 270 millones con el que negoció Junts pel Sí. "Un plan ambicioso teniendo en cuenta las posibilidades", ha recordado en un claro mensaje a los anticapitalistas.








Mostrar comentarios