Medios y oposición ven insuficientes las disculpas del presidente alemán

Berlín, 5 ene.- Los medios de comunicación y la oposición política en Alemania consideran hoy insuficientes las disculpas ofrecidas anoche por el presidente del país, Christian Wulff, al reconocer que trató de intimidar a la prensa para impedir que informara sobre un polémico crédito inmobiliario.

Mientras los partidos de la coalición gubernamental que dirige la canciller federal, Angela Merkel, se mostraron aliviados tras la intervención de Wulff ante las cámaras de la televisión pública, la oposición socialdemócrata, verde y de La Izquierda considera que el Presidente no ha dado explicaciones satisfactorias ni suficientes.

Por su parte, los principales medios del país mantienen sus duras críticas contra Wulff, al que acusan de haber deshonrado el cargo de máximo mandatario de Alemania en su papel como la mas alta instancia moral del país.

"Asumo con agrado mi responsabilidad, pero no he cometido ninguna irregularidad", afirmó Wulff, en una entrevista a las televisiones públicas alemanas ARD y ZDF, para explicar que con su llamada al rotativo "Bild" sólo pretendió "retrasar" la publicación de esas informaciones para proteger a su familia.

Tras semanas bajo presión por sospechas de corrupción, en sus tiempos de primer ministro de Baja Sajonia, Wulff negó haber cometido irregularidad alguna, tanto al aceptar un crédito de una familia de empresarios como al pasar sus vacaciones, en Italia, España u otros lugares, invitado por hombres de negocios locales.

Su llamada a "Bild", dos días antes de que sacara la primera información sobre el caso, fue "un grave error", "indigno" de un presidente", dijo, para pedir a continuación "comprensión" por su proceder "humano", y recordar que al día siguiente llamó al mismo director del medio, Kai Dieckman, para disculparse.

Sin embargo, el subdirector de Bild, Nikolaus Blome, ha acusado a Wulff de ocultar la verdad una vez mas, ya que "la frase del Presidente Federal Wulff de que no quiso impedir la publicación de la información la entendimos en su momento de otra manera".

En declaraciones a la emisora pública Deutschlandfunk, Blome señaló que la llamada realizada por el presidente "tenía la meta clara de impedir la difusión de la noticia" y en ningún caso de retrasarla, como afirmó anoche Wulff.

El rotativo Frankfurter Allgemeine titula su editorial de hoy "Cargo y autoridad" y comenta que Wulff "ha perdido la oportunidad de desarrollar un perfil propio. En las pasadas semanas ha dejado además de ser un ejemplo de instancia moral".

En parecidos términos se expresa el "Süddeutsche Zeitung" en su editorial "Clemencia para el presidente", en la que comenta que "la cuestión es quien devolverá su peso al cargo. Wulff confía en hacerlo él mismo. Sin embargo se encuentra bastante solo con esa confianza".

A su vez, la edición digital del semanario "Der Spiegel" señala sobre su intervención televisiva que "no se vio a una estrella presidencial, sino a un presidente que suplicaba clemencia. En vez de dar explicaciones simuló transparencia, apertura y sinceridad, a lo largo de 21 minutos. No fue ni siquiera teatro de Estado, sino un espectáculo de marionetas de Osnabrück".

Por su parte, el presidente de la oposición socialdemócrata, Sigmar Gabriel, declaró anoche que "la causa Wulff se ha convertido en la causa Merkel" y exigió que la canciller verifique si Wulff es la persona adecuada para ser la máxima instancia política del país.

En nombre de los verdes, su secretaria de organización, Steffi Lemke, invitó también a Merkel "a posicionarse" sobre el escándalo desatado por el presidente de Alemania y puso en duda que la canciller se sienta satisfecha con las explicaciones ofrecidas ante las cámaras de televisión.

Mientras tanto, los sondeos indican que Wulff pierde cada vez mas el respaldo de la población. La cadena ARD señaló que anoche solo un 47 % de los ciudadanos apoyan al presidente, mientras el martes era un 53 % y el lunes un 63 %.