Mexicanos exigen ante la Casa Blanca justicia para los 43 desaparecidos

Washington, 20 nov.- Cientos de mexicanos exigieron hoy justicia para los 43 estudiantes desaparecidos en septiembre pasado en Iguala (Guerrero, México) en una concentración ante la Casa Blanca, donde cientos de velas alumbraron pancartas y consignas, como la conocida "Vivos se los llevaron y vivos los queremos".

"Estamos cansados de la impunidad sistemática, de las desapariciones forzadas, de las ejecuciones extrajudiciales, de la corrupción y de los crímenes de Estado", clamaron los manifestantes, convocados por el grupo Acción Global por Ayotzinapa, compuesto por jóvenes mexicanos residentes en Washington.

Sus consignas y pancartas se unieron a las de miles de latinoamericanos, que participaron hoy en una jornada continental de movilizaciones en la que destacaron tres grandes marchas en la capital mexicana, encabezadas por los padres de los desaparecidos y sus compañeros de la Escuela Normal de Ayotzinapa.

Entre el frío y el viento, los mexicanos residentes en Estados Unidos formaron un círculo alrededor de cientos de velas que dibujaban el número 43 en el suelo y que iluminaron canciones compuestas especialmente para esta vigilia.

"Me gusta la lima, me gusta el limón, pero no me gusta esta represión" o "Señor presidente le damos las gracias porque en este pueblo ya no hay democracia" eran los estribillos de algunas de ellas.

A las guitarras, les siguió la lectura de los 43 nombres de los desaparecidos entre un abrumador silencio acompañado por pancartas, en las que podían leerse lemas como: "Si no nos dejan soñar, no les dejaremos dormir".

Jorge Cabreras, mexicano de Aguas Calientes, destacó en declaraciones a Efe el carácter "especial" de las protestas, que coinciden con la conmemoración de la revolución mexicana.

"El reclamo de hoy es hacia el Gobierno por la falta de Estado de Derecho que hay en el país", destacó el joven, quien exigió "verdad y justicia" tanto para los 43 estudiantes, como para las 22.000 personas desaparecidas desde la ola de violencia del narcotráfico iniciada en 2006.

Para Alison Elías, mexicana de Puebla, no cabe duda de que el Gobierno mexicano tiene que investigar lo que sucedió con los estudiantes y "llegar hasta las últimas consecuencias", tanto en este caso como en el del resto de desaparecidos.

"Vivimos en un país en el que las autoridades constantemente se cubren y hay que ver qué pasó con los estudiantes, pero no es nada más el caso de estos estudiantes, sino que hay que seguir investigando todos los asesinatos y desaparecidos del país", ahondó.

Con una pancarta en la que podía leerse "El Gobierno mexicano mata a su gente", Juan Antonio Vargas, mexicano del estado de Querétaro, dijo sentirse "muy preocupado" por su familia que sigue viviendo en el país.

"Hoy estoy aquí porque me duele México porque vengo a exigirle al Gobierno cambios", afirmó emocionado Vargas, quien cree que la desaparición de los estudiantes ha sido "la gota que colmó el vaso".

Según la investigación oficial, los 43 jóvenes fueron detenidos por policías locales y entregados al cártel Guerreros Unidos, que se encargó de asesinarlos e incinerar los cuerpos para no dejar rastros porque supuestamente creyeron que eran miembros del grupo rival Los Rojos.

Los restos hallados son analizados en un laboratorio de Austria para confirmar si se trata de los estudiantes, pero los padres y compañeros de los desaparecidos han dicho que no creerán esa versión hasta que tengan pruebas científicas avaladas por expertos internacionales.