Ambas viviendas se encuentran en un edificio ubicado cerca de la Tumba de los Patriarcas, un lugar sagrado para judíos y musulmanes en el centro de la ciudad.
Hebrón es un polvorín donde unos 500 colonos israelíes viven atrincherados bajo alta protección militar en medio de unos 200.000 palestinos.
"Un grupo de colonos israelíes acompañados por un rabino forzaron la entrada del edificio", declaró a la AFP Jawad Abu Eisheh, miembro de un grupo de jóvenes hostiles a la colonización israelí.
Un portavoz de la comunidad judía local, Yishai Fleisher, estimó que los israelíes habían comprado legalmente estas viviendas a sus dueños palestinos, que las habían evacuado.
Fuerzas de seguridad israelíes lanzaron granadas ensordecedoras para proteger a los colonos cuando habitantes palestinos les empezaron a lanzar piedras. Algunos palestinos fueron hospitalizados, constató un colaborador de la AFP.
El ministro de Inmigración israelí Zeek Elkin saludó "la expansión de la presencia judía" en Hebrón.
No se sabía por el momento si se iba a autorizar a los colonos a quedarse en los apartamentos hasta que se solucione el diferendo.
La ley palestina prohíbe vender casas a israelíes en Cisjordania.
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