Ministro alemán advierte contra destrucción de red de informadores neonazis

  • El ministro alemán de Interior, Hans Peter Friedrich, ha advertido contra la destrucción de la red de informadores infiltrados en las filas de las distintas organizaciones neonazis y de ultraderecha que operan en este país ante iniciativas para revelar sus identidades.

Berlín, 11 oct.- El ministro alemán de Interior, Hans Peter Friedrich, ha advertido contra la destrucción de la red de informadores infiltrados en las filas de las distintas organizaciones neonazis y de ultraderecha que operan en este país ante iniciativas para revelar sus identidades.

"Necesitamos también en el futuro infiltrados y eso solo funciona si confían en que sus identidades serán preservadas y pueden estar seguros de que sus nombres no serán revelados", afirma Friedrich en declaraciones hoy al rotativo "Die Welt".

El titular alemán de Interior reacciona así a una iniciativa de las autoridades del estado federado de Turingia, en el este de Alemania, de hacer públicas las actas de sus servicios de inteligencia sobre actividades neonazis sin ocultar los nombres de los colaboradores infiltrados en las redes de ultraderecha.

En parecidos términos se expresa el presidente de la comisión parlamentaria de Interior del Bundestag, el cristianodemócrata Wolfgang Bosbach, quien reconoce la necesidad de reformar los servicios interiores de inteligencia, pero "sin enterrar fuentes que necesitamos urgentemente".

La alarma por la posible pérdida de ese tipo de colaboradores se ha desatado ante el anuncio de que las autoridades de Turingia entregarán actas sobre el movimiento neonazi sin ocultar identidades a la comisión del Bundestag que investiga los crímenes de la célula terrorista neonazi "Clandestinidad Nacionalsocialista" (NSU).

La existencia del NSU saltó a la luz en noviembre de 2011, a raíz del suicidio en una autocaravana de dos de sus integrantes, Uwe Böhnhard y Uwe Mundlos, acosados por la policía tras un atraco.

Completaba la célula una mujer, Beate Zschäpe, quien se entregó a las autoridades tras volar por los aires la vivienda de Zwickau (en el este de Alemania) donde vivían los tres, que al parecer contaban con al menos 13 cómplices.

La NSU actuaba desde 1998, cometió impunemente diez asesinatos -ocho comerciantes turcos, un griego y la agente policial- y alternó esos crímenes con atracos a bancos y atentados con bombas, sin que las fuerzas de seguridad sospecharan de la existencia de ese comando durante mas de una década.

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