El Cairo, 20 feb.- Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó hoy de que la nueva ola de violencia desatada en la ciudad sursudanesa de Malakal, capital del estado de Alto Nilo, amenaza la seguridad de los refugiados en el recinto de la ONU en esa zona.
En un comunicado, MSF dijo haber atendido a más de 150 heridos en Malakal, donde se desarrollan combates entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes pese al alto el fuego decretado en enero pasado en el país.
Según la organización, la escalada de violencia amenaza la seguridad de la población incluso en la sede de la misión de la ONU en Malakal, que alberga a 21.000 personas y es el lugar donde la mayoría de desplazados busca refugio actualmente.
Algunos desplazados han denunciado a Médicos Sin Fronteras asesinatos y violaciones de personas en el único hospital operativo, donde la ONG estuvo trabajando hasta el pasado 17 de febrero y que ha sido saqueado.
El pasado martes, los rebeldes partidarios del exvicepresidente Riek Machar controlaron parte de Malakal, en medio de los intentos del Ejército por recuperar su dominio total.
La ofensiva insurgente es la primera de ese tipo desde que las fuerzas leales y opositoras al mandatario sursudanés, Salva Kiir, acordaran un alto el fuego en enero pasado.
Malakal ha cambiado varias veces de manos desde el inicio del conflicto en Sudán del Sur a mediados de diciembre pasado, cuando estallaron los choques y las autoridades acusaron a Machar de un intento de golpe de Estado.
Este conflicto, en el que han muerto miles de personas, ha puesto al borde de la guerra civil al joven país, que se independizó de su vecino Sudán en julio de 2011.
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