Sídney (Australia), 22 nov.- Otro anciano de un asilo incendiado el pasado viernes en la ciudad australiana de Sídney murió hoy en el hospital, por lo que el número de muertos asciende ya a ocho, informaron medios locales.
Otros nueve residentes continúan hospitalizados a causa de la inhalación de humo y quemaduras durante el incendio, ocurrido de madrugada y del que culpan a un enfermero, que se encuentra detenido bajo la acusación de asesinato.
El enfermero, de 35 años, fue al principio presentado en la prensa como una especie de héroe por salvar a un anciano cuando estalló el incendio, hasta que la Policía descubrió que el incendio había sido provocado.
La investigación policial todavía trata de esclarecer lo ocurrido y se cree, de momento, que las llamas comenzaron en dos partes distintas del inmueble.
Los especialistas registraron los escombros con perros adiestrados, mientras algunos vecinos han ido a depositar flores por las víctimas.
Cuando comenzó el incendio, había 87 ancianos en la residencia geriátrica de Quakers Hill, uno de los suburbios de Sidney, y los bomberos tardaron varios horas en controlar el fuego.
Todos los residentes, algunos con alzheimer, demencia senil o con problemas físicos, tuvieron que ser rescatados de sus camas por los bomberos o los agentes, menos dos murieron en el lugar por la inhalación de humos.
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