Manama, 15 feb.- Un policía bareiní murió hoy a causa de las heridas sufridas la víspera en una explosión en la localidad de Dair, que coincidió con una jornada de protestas opositoras con motivo del tercer aniversario del inicio de la revuelta en Baréin.
El Ministerio bareiní del Interior señaló en una breve nota el fallecimiento de uno de los dos agentes heridos en la "explosión terrorista" de Dair.
Este atentado no ha sido reivindicado hasta ahora por ningún grupo, como tampoco lo ha sido otra explosión registrada ayer contra un autobús que transportaba a policías y que hirió a tres uniformados.
Explosiones similares registradas con anterioridad han sido cuestionadas por los activistas bareiníes, que apuntan a una propaganda mediática del Gobierno para desprestigiar a la oposición.
Interior acusó de hecho a los manifestantes opositores, a los que calificó de "vándalos", de atacar a la policía y los relacionó con las citadas explosiones y con el incendio de un vehículo.
En cuanto a las protestas, las autoridades se limitaron a señalar que la Policía dispersó "de manera legal a matones involucrados en actos de vandalismo".
Según una nota de Interior, 26 personas fueron detenidas ayer, que se suman a las 29 arrestadas el pasado jueves en protestas similares.
Las autoridades destacaron que el actual despliegue policial, mayor de los habitual con motivo de las protestas, es para "proteger a los ciudadanos".
El tercer aniversario del estallido de la revuelta en Baréin se desarrolló ayer también con enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes, en los que los primeros lanzaron gases lacrimógenos y los segundos piedras.
La Coalición 14 de Febrero convocó para la jornada de ayer manifestaciones y también una huelga general, que fue secundada por numerosos comercios como durante la víspera.
También están previstas marchas para hoy, que se espera sean multitudinarias debido a que, entre otros, el ayatolá Isa Qasim, la mayor figura chií de Baréin, ha llamado a sus seguidores a secundar las protestas.
Baréin es un pequeño reino del golfo Pérsico, escenario desde febrero de 2011 de manifestaciones que exigen reformas políticas, lideradas por la mayoría chií contra la minoría suní gobernante.
Más de cien personas han muerto en estas protestas y miles han sido detenidas, según los datos de la oposición.
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