Mueren tres soldados de la OTAN en varios ataques en el sur y el este afganos

  • Kabul.- Tres soldados de la OTAN han muerto en varios ataques ocurridos durante las últimas 24 horas en distintos puntos de Afganistán, donde también perdieron la vida un número indeterminado de insurgentes en una ofensiva de las fuerzas de seguridad, informó hoy la Alianza Atlántica.

Mueren 15 insurgentes al explotar las bombas que fabricaban en una mezquita de Afganistán
Mueren 15 insurgentes al explotar las bombas que fabricaban en una mezquita de Afganistán

Kabul.- Tres soldados de la OTAN han muerto en varios ataques ocurridos durante las últimas 24 horas en distintos puntos de Afganistán, donde también perdieron la vida un número indeterminado de insurgentes en una ofensiva de las fuerzas de seguridad, informó hoy la Alianza Atlántica.

La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) explicó, en varios comunicados, que dos soldados fallecieron por el estallido de varios artefactos explosivos improvisados en el este afgano, mientras que un tercero murió en el sur del país centroasiático.

De acuerdo con otra nota, las tropas afganas e internacionales lanzaron ayer sábado un ataque aéreo en la provincia septentrional de Kunduz y abatieron a un número de integristas no concretado.

La ISAF, comandada desde esta semana por el general estadounidense David Petraeus, tan sólo detalla en sus comunicados la nacionalidad de los soldados fallecidos de EEUU, mientras que la prerrogativa en el caso del resto de los países es de los gobiernos correspondientes.

Según el portal virtual icasualties.org, que hace un recuento de las bajas de soldados de las fuerzas internacionales, al menos 306 militares han fallecido en lo que va de año, lo que representa un 58 por ciento de las bajas que EEUU y la OTAN sufrieron en todo 2009, el año más sangriento desde la invasión de Afganistán.

En un informe reciente, la ONU denunció que la inseguridad ha aumentado de forma "significativa" durante el primer cuatrimestre de 2010 en Afganistán, donde el número de ataques con artefactos explosivos improvisados o bombas camineras contra las fuerzas afganas y de la OTAN casi se dobló respecto al año anterior.

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