Nuevos aires en Yakarta con el primer gobernador de etnia china y cristiano

  • El nuevo gobernador de Yakarta, Basuki Tjahaja Purnama, ha hecho historia al convertirse en el primer político cristiano y de la minoría étnica china en el cargo, una hazaña en el país de mayoría musulmana más poblado del mundo.

Eduardo Mariz Cortiñas

Yakarta, 29 sep.- El nuevo gobernador de Yakarta, Basuki Tjahaja Purnama, ha hecho historia al convertirse en el primer político cristiano y de la minoría étnica china en el cargo, una hazaña en el país de mayoría musulmana más poblado del mundo.

Purnama, apodado Ahok, juró su cargo el 24 de septiembre heredando las riendas del popular Joko 'Jokowi' Widodo, a quien dos fulgurantes años como gobernador lo catapultaron a la Presidencia de la república en las pasadas elecciones de julio.

Décadas de discriminación religiosa en instituciones públicas, la prohibición de la cultura china bajo el dictador Suharto y los episodios de violencia contra indonesios de etnia china en 1998 son algunas de las realidades que Ahok, hasta ahora vicegobernador, ha vivido y superado.

Pero lejos de seguir el camino de muchos chino-indonesios escudándose en negocios fuera de la vida política, en 2005 Ahok se hizo con un puesto de regente en su natal Belitung, la romantizada isla de la exitosa novela "La tropa del arco iris" de Andrea Hirata.

Casi diez años después, tras dos fallidas afiliaciones a grandes partidos y tres años como senador, Ahok llega al frente del distrito capital de forma independiente y presumiendo, como Jokowi, de no deber favores a ninguna élite.

Henra, un joven sinoindonesio cristiano de 34 años, afirma a Efe que el ascenso de Ahok demuestra mayor pluralismo en la Indonesia de hoy y ve al nuevo gobernador como un "brote verde" entre políticos más tradicionales.

"Que sea de un grupo minoritario no tiene nada que ver (con su capacidad), lo que importa es que sea tenaz para que Yakarta vaya a mejor", opina Henra, tras una misa dominical en el centro de la ciudad.

El día de su inauguración, unos 300 manifestantes del Frente de Defensores Islámicos (FPI) se reunieron ante el Ayuntamiento para rechazar al nuevo gobernador, los mismos que semanas antes también protestaron la investidura de una concejala cristiana.

Su presencia, aunque destacada en los medios, tan sólo sirvió para reflejar el escaso respaldo a la intolerancia religiosa en una ciudad de más de 11 millones de habitantes.

"No me importa, yo también los rechazo a ellos. Pero hay leyes, puede ser ilegal decir cosas sobre raza o religión. Si hay prueba de ello, no tendremos misericordia (contra el FPI)", declaró Ahok a medios locales tras la protesta.

Aparte de ser mayoritariamente no musulmanes, los sinoindonesios, que representan un 1,20% de la población de Indonesia según censos oficiales, siempre han gozado de una posición diferenciada dentro de la sociedad.

Durante la época colonial holandesa su estatus social era superior al de los pribumi o indígenas indonesios, y desde la independencia en 1945 prevalecieron en el sector empresarial -un caso similar a Malasia.

El rencor de la mayoría pribumi facilitó que los sinoindonesios se convirtiesen en chivos expiatorios de la amenaza comunista durante las masacres de 1965, desdeñados por Suharto durante su mandato e inculpados de su caída del poder (1967-1998).

Tras ello, la reforma democrática iniciada en 1999 y el pluralismo promovido por el primer presidente en democracia, Gus Dur, han permitido que el confucianismo y las expresiones culturales chinas vuelvan a reaparecer.

"Hoy en día la situación ha mejorado, pero si se dan brechas entre los que tienen y los que no tienen, la situación podría volver a ser frágil", dice a Efe Benny G. Setiono, historiador y fundador de la Asociación de Sinoindonesios.

Setiono confía en que la meritocracia que ha permitido el ascenso de nuevos líderes como Ahok continúe y ve al nuevo gobernador como alguien apoyado por el pueblo, sin distinciones.

"Ahok representa a todos los habitantes de Yakarta, no busca privilegiar a los suyos. Al igual que la mayoría de habitantes, nosotros los sinoindonesios lo apoyamos, con la esperanza de que sepa controlar su ira," bromea Setiono.

Ahok se mantendrá en el cargo hasta 2017, continuando los planes de su antecesor Jokowi para reducir prevenir inundaciones, aumentar espacios verdes o descongestionar la capital, considerada una de las metrópolis menos habitables del mundo.

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