La contundente respuesta de una madre con dos niñas en la escuela pública contra la huelga de deberes escolares ha sido compartida casi diez mil veces y ha suscitado un aluvión de alusiones en redes.
“Vengo de una generación en la que los deberes eran cosas de niños, no de los padres”, comienza relatando Nuria Pérez Paredes, creativa publicitaria, emprendedora y madre concienciada de los problemas educativos, como muestra su perfil de twitter, donde comparte contenidos relacionados con esta temática.
En un post de 541 palabras publicado en el muro de su perfil de Facebook, Pérez Paredes relata la exigencia que ella vivió en su propia casa con la edad de sus hijos: “Si tenía dudas la respuesta era: ‘se las preguntas mañana al profesor’. Jamás de los jamases levantaron un teléfono para preguntar a otros padres qué deberes tenía. Ni siquiera nos planteábamos esa posibilidad”.
Nuria enfatiza que esta actitud de sus padres contribuyó a fortalecer virtudes que le han ayudado en su actual trabajo como autónoma, como la responsabilidad, la organización o la autonomía.
Pero por encima de cualquier otra consideración, resalta la importancia de respetar la figura del profesor y que los padres no cuestionen a los docentes delante de los niños: “Sobretodo, crecí respetando a los profesores. Ya en la edad adulta descubrí que mis padres no siempre estaban de acuerdo con las decisiones que se tomaban en mi colegio, pero durante la infancia eso nunca se discutió delante de mí. Al profesor había que escucharle y obedecerle, punto. Pertenecía a una línea, la de los mayores, que viajaba bien unida en nuestras cabezas. No había bandos: padres y profesores, profesores y padres: teníamos que respetar a ambos por igual”.
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Lamenta que en la actualidad “el respeto no está de moda”, sino “el conflicto y la polémica”, saltándose el que a su juicio “siempre ha de ser el primer paso: el diálogo”.
“Si considero que mis hijas tienen demasiados, deberes pediré una tutoría. O dos, o tres. Intentaré entender, junto con el profesor (esa es la clave), qué está fallando en la hora de clase. Por qué no se consigue avanzar en las horas del cole o por qué es necesaria esa carga semanal. Hablaré con el profesor. Formaré equipo. Porque para mí, lo más importante, es que en la cabeza de mis hijas no haya bandos. Que se sientan protegidas y arropadas por una red de adultos que trabajan juntos en su educación”.La primera huelga de deberes
Esta madre publicó su opinión justo el día en que iniciaba la primera “huelga de deberes” convocada en España por la Confederación de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA). Se pedía que los padres comunicaran a los colegios que sus hijos no iban a hacer tareas escolares los fines de semana, para respetar el descanso de los niños y los padres, que muchas veces tienen que ayudarles.
El presidente de la CEAPA argumentó que “existen países en los que no se manda deberes a los niños porque las clases están diseñadas para adquirir todos los conocimientos que los niños necesitan".
Estos padres se quejan de que en muchos casos “las jornadas laborales de los pequeños son más extensas que las de un adulto”.
Los sindicatos de profesores rechazaron esta iniciativa de los padres porque cuestionaba al profesorado, atentaba contra la libertad de cátedra e iba en contra del principio de autonomía de los centros.Defensa cerrada de los profesores de la pública
En su alegato contra la huelga de deberes, Nuria Pérez hace una cerrada defensa de los profesores de la escuela pública, a quienes califica como “malabaristas” porque “tienen temarios absurdos y larguísimos a los que están obligados a ceñirse y una media de 25 alumnos por clase en situaciones, a menudo, alucinantes: alumnos que no hablan el castellano necesario para entender ese temario o que se duermen en el aula porque no han comido nada decente desde el día anterior ya que solo comen caliente en el comedor escolar”.
Rechaza que a los niños de 8, 9 ó 10 años se les ponga en la complicada tesitura de decidir si “obedezco a mamá o al profesor", y recuerda que “esa carga emocional pesará a la larga mucho más que cualquier carga de deberes”.
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