Obama reta a los republicanos a aprobar una reducción del gobierno federal

  • El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, retó hoy a los republicanos con una solicitud al Congreso para que le restituya la autoridad necesaria a fin de reducir varias agencias federales, una medida orientada a rebajar el déficit pero también a ganar puntos electorales.

Alfonso Fernández

Washington, 13 ene.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, retó hoy a los republicanos con una solicitud al Congreso para que le restituya la autoridad necesaria a fin de reducir varias agencias federales, una medida orientada a rebajar el déficit pero también a ganar puntos electorales.

"Hacer que nuestro gobierno sea más ágil, estratégico y receptivo no debería ser un tema partidista", afirmó Obama en una comparecencia en la Casa Blanca.

Tras criticar que la excesiva burocracia en el Gobierno federal es "redundante e ineficiente", el presidente aseguró que "ningún empresario permitiría este tipo de duplicaciones o complejidades innecesarias en sus operaciones".

A la hora de denunciar el absurdo al que ha llegado la Administración, "mi ejemplo preferido", dijo, es el que tiene que ver con la reglamentación sobre el salmón.

Mientras que el Departamento de Comercio se encarga del salmón en agua salada, el de Interior se ocupa del salmón en agua dulce, y todo ello por una decisión del entonces presidente Richard Nixon que quiso retirar competencias a un alto funcionario que le criticaba por la guerra de Vietnam.

"El gobierno que tenemos no es el que necesitamos. Vivimos en una economía del siglo XXI, y todavía tenemos un gobierno organizado para el siglo XX", agregó el presidente.

La propuesta de Obama, quien recordó que la autoridad que solicita al Legislativo estuvo vigente durante más de medio siglo en EE.UU. hasta que fue suprimida por la Administración de Ronald Reagan en 1984, permitiría ahorrar 3.000 millones de dólares en la próxima década.

El presidente estadounidense subrayó que solo utilizará esta autoridad "para reformas gubernamentales que tengan como resultado una mayor eficiencia y un mejor servicio".

Anunció ya la fusión y reorganización de las seis agencias federales que se encargan de los negocios y el comercio de Estados Unidos, para facilitar la tarea a los empresarios e inversionistas.

Con su solicitud, Obama vuelve a la batalla con el Congreso, al que ha acusado de no cumplir su función por sus continuos bloqueos a sus propuestas.

En esta ocasión, ofrece al Congreso una medida que concuerda con las reclamaciones de los republicanos, los cuales controlan la Cámara de Representantes (cámara baja) y han acusado al presidente de aumentar sin justificación las dimensiones del gobierno federal.

Sin embargo, los republicanos han reaccionado ya con recelos al plan de simplificación del Gobierno federal por su reducida escala.

"Después de haber presidido una de las mayores expansiones del gobierno en la historia (...) es interesante ver cómo el presidente finalmente reconoce que Washington está fuera de control", afirmó en un comunicado Don Stewart, portavoz del líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.

Por su parte, Darrel Issa congresista por California y presidente del Comité de la Cámara para la Supervisión y Reforma del Gobierno, se mostró más receptivo y aseguró que espera que el anuncio "represente el comienzo de un sincero y dedicado esfuerzo para aplicar reformas significativas".

Republicanos y demócratas llevan meses enfrentados en el Congreso sobre cómo reducir el abultado déficit de EE.UU., y se han mostrado incapaces de alcanzar un acuerdo.

Mientras los republicanos rechazan frontalmente cualquier propuesta que incluya una subida de los impuestos, los demócratas consideran imposible acceder a un importante recorte de gasto público que no vaya emparejado de "sacrificios compartidos" por parte de las rentas más altas.

La lucha entre ambos bandos provocó el pasado mes de agosto que la agencia de calificación de crédito Standard & Poor's rebajase por primera vez en la historia la nota de crédito de EE.UU., ante la incertidumbre sobre la cuentas fiscales del país.

Ante este bloqueo, Obama lanzó a finales del año pasado una campaña bajo el lema "We can't wait" (No podemos esperar) con el fin de sacar adelante, unilateralmente, haciendo uso de sus poderes ejecutivos, medidas de estímulo de la economía que no tengan que pasar previamente por el Congreso.

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