Obispo nicaragüense pide a autoridades no minimizar a "rearmados"

  • El obispo de la diócesis nicaragüense de Estelí, Juan Abelardo Mata, instó hoy a las autoridades a no minimizar a los grupos que se han alzado en armas en el norte de Nicaragua y que se han enfrentado con el Ejército y la Policía Nacional.

Managua, 15 oct.- El obispo de la diócesis nicaragüense de Estelí, Juan Abelardo Mata, instó hoy a las autoridades a no minimizar a los grupos que se han alzado en armas en el norte de Nicaragua y que se han enfrentado con el Ejército y la Policía Nacional.

"Los antiguos (guerrilleros sandinistas) eran llamados delincuentes por el gobierno de (Anastasio) Somoza (Debayle)", advirtió el religioso, en declaraciones al Canal 12 de la televisión local.

El obispo de Jinotega, Carlos Herrera, expresó en la víspera su preocupación por los enfrentamientos armados en el norte de Nicaragua, que han dejado al menos un militar y siete civiles muertos en lo que va de año, y pidió al Ejército respetar los derechos humanos en la región.

El Ejército de Nicaragua, por su lado, rechazó que haya capturado, torturado o asesinado a campesinos de las zonas rurales del país, como lo denunciaron labriegos y reiteró que únicamente ha tenido enfrentamientos con bandas de delincuentes en la zona norte del territorio nicaragüense.

Mata recordó que en los años 80, durante el primer régimen sandinista, los rebeldes "contras" eran llamados también delincuentes.

Los exmiembros de la "Contra", financiados por Estados Unidos, protagonizaron una guerra civil con los sandinistas en los años ochenta, a quienes no pudieron derrotar, y entregaron pacíficamente sus armas durante el Gobierno de Violeta Chamorro (1990-1997).

"Ahora (los grupos armados) vuelven a aparecer", advirtió Mata, quien está a cargo de la diócesis de Estelí, que cubre el norte de Nicaragua.

El religioso ha advertido en distintas ocasiones sobre la presencia de "rearmados" en la zona norte del país, como producto del descontento de una parte de la población con el presidente del país, Daniel Ortega.

"Yo decía, miren, hay sangre que se va a derramar en las montañas, caería sobre sus cabezas, y ahí está", remarcó.

El último enfrentamiento armado ocurrió la semana pasada en el municipio de Pantasma, un antiguo corredor de la guerra civil que se libró en Nicaragua en los años 80 del siglo pasado, donde murió un civil, según sus familiares, a manos del Ejército mientras trabajaba y de acuerdo con los militares en el combate.

De acuerdo con Mata, una parte de los nicaragüenses "se sienten marginados al no haber soluciones constructivas, (solamente) negocios".

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