Riffa (Baréin).- Grupos de opositores y partidarios del régimen bareiní se enfrentaron hoy durante una polémica marcha celebrada en la ciudad meridional de Riffa, capital de la monarquía suní gobernante, donde la policía cargó contra los manifestantes.
Miles de personas participaron en esta manifestación, a pesar de que la mayoría de la oposición se había opuesto a ella ante el temor de que se incrementara la tensión sectaria entre chiíes y suníes.
La policía acordonó la avenida principal e impidió que la marcha de la oposición llegara hasta la Corte Real en Riffa, en una nueva jornada de protestas en este pequeño reino aliado de EEUU.
Los manifestantes antigubernamentales fueron detenidos a las afueras de la ciudad, cuyos habitantes son mayoritariamente suníes, bajo el pretexto de que simpatizantes del gobierno se habían reunido a lo largo de ese camino.
Antes del comienzo de la marcha, el Ministerio del Interior aseguró en un comunicado que el despliegue policial tenía el objetivo de evitar enfrentamientos entre los dos bandos, y que no era un intento de coartar la libertad de expresión.
Los enfrentamientos estallaron hacia el final de la protesta, cuando varios partidarios del gobierno aparecieron por detrás de las líneas de la policía y atacaron a los manifestantes.
La policía disparó gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los miles de manifestantes opositores, pero la multitud se enfureció al comprobar que los agresores no eran detenidos.
Según un comunicado del Ministerio de Sanidad, 774 personas tuvieron que recibir tratamiento médico aquejados por la inhalación de gases lacrimógenos y hematomas en distintas partes del cuerpo.
La mayoría de los heridos ya han abandonado los centros médicos, donde todavía están bajo observación un centenar de personas.
Estos enfrentamientos estuvieron precedidos la víspera de una escalada de tensión en la ciudad, donde partidarios del gobierno obligaron a los chiíes a cerrar sus negocios y colocaron en ellos imágenes de miembros de la familia real.
Los chiíes son un 70 por ciento de la población de Baréin y piden una mayor representación política, frente a la minoría suní, a la que pertenece la familia gobernante.
El jueves, los principales grupos opositores acusaron al régimen bareiní y a los servicios de inteligencia de estar detrás de la escalada de la tensión sectaria y mostraron su rechazo a la manifestación de hoy.
El secretario general de la agrupación chií Al Wefaq, jeque Ali Salman, dijo que la protesta en Riffa debería suspenderse por respeto a los residentes y para evitar un posible enfrentamiento entre partidarios y opositores del gobierno.
Estos grupos apoyan desde el comienzo de las protestas el pasado 14 de febrero la instauración de una monarquía constitucional en la que se redacte una nueva carta magna que permita al pueblo elegir un gobierno y un Parlamento independiente.
Sin embargo, la oposición empezó a dividirse el pasado 8 de marzo, cuando varios grupos chiíes partidarios de la línea dura contra el régimen anunciaron la formación de una nueva coalición que exige la destitución de la monarquía en el país y su reemplazo por una "república democrática".
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