Organizadores campaña boicot a Israel dicen que genera "pánico" en Gobierno

Ramala, 17 feb.- La campaña palestina de Boicot, Sanción y Desinversión (BDS) internacional, que en las últimas semanas ha ganado presencia en medios de comunicación y círculos políticos, está generado "un pánico real" en el Gobierno israelí, aseguró hoy su director, Omar Barguti.

"El movimiento BDS está generando un pánico real dentro del Gobierno israelí, que la semana pasada convocó una reunión especial para debatir las formas de combatir esta amenaza", recordó Barguti en una rueda de prensa en la localidad de El Bire, cerca de Ramala.

Representantes de uniones sindicales, mujeres, organizaciones religiosas cristianas e islámicas se reunieron hoy en esa ciudad de Cisjordania para analizar el alcance de la campaña, que en las últimas semanas se vio potenciada después de que se supiera que la actriz Scarlett Johansson era la imagen de un anuncio publicitario de una firma israelí con sede en una colonia judía.

Barguti, uno de los promotores del boicot a Israel, afirmó que sus acciones han alcanzado este año un "punto clave" para que los palestinos vean concretados "sus derechos bajo el amparo del derecho internacional".

"El gobierno israelí está entrando en pánico por el rápido crecimiento del BDS por todo el mundo, en particular en países considerados por Israel como sus más estrechos aliados: EEUU, Alemania y Holanda, entre otros", subrayó.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reunió la semana pasada a sus ministros más próximos para estudiar las posibles consecuencias del boicot y aunque el Ministerio de Industria y Comercio no baraja cifras, uno de sus funcionarios reconoció a Efe que el asunto es seguido de cerca.

Barguti, cofundador del movimiento, consideró que con ello "Israel ha reconocido oficialmente que el BDS es una amenaza estratégica a su régimen de ocupación, colonización y apartheid".

Los participantes en la reunión abordaron también el impacto económico que la campaña puede generar en Israel, al hacer un repaso de algunos "éxitos" recientes como la retirada de la compañía de agua Veolia de una subasta en California para un contrato millonario.

También recordaron la ola de desinversiones en empresas israelíes de algunos fondos y entidades bancarias europeas.

En la reunión de hoy, los activistas del BDS abordaron también los supuestos planes del Gobierno israelí de destinar 100 millones de shékels (unos 29 millones de dólares, 20 millones de euros) para combatir su campaña a través de acciones legales o incluso el uso de los servicios secretos.

En esta misma línea, el domingo el Tribunal Supremo israelí rechazó invalidar la polémica ley antiboicot que desde 2011 permite emprender acciones legales contra organizaciones o individuos que promuevan el boicot a Israel o a una institución israelí, y que ha sido duramente criticada por violar la libertad de expresión.

Algunos de los ponentes recordaron igualmente las presiones del 'lobby' israelí en el Congreso estadounidense para prohibir la financiación de organizaciones que apoyan la campaña.

"Están tratando de aprobar propuestas que criminalizan el BDS y eso es un regalo para nosotros", concluyó Barguti.