Osh y Jalal-Abad pasan una noche tranquila, según las autoridades locales

  • Moscú.- Las ciudades kirguises de Osh y Jalal-Abad, escenario los últimos días de violentos choques étnicos que han dejado al menos 138 muertos, pasaron un noche relativamente tranquila, informaron hoy las autoridades locales.

El Gobierno kirguís dice que la violencia amaina, pero pide a Rusia fuerzas de paz
El Gobierno kirguís dice que la violencia amaina, pero pide a Rusia fuerzas de paz

Moscú.- Las ciudades kirguises de Osh y Jalal-Abad, escenario los últimos días de violentos choques étnicos que han dejado al menos 138 muertos, pasaron un noche relativamente tranquila, informaron hoy las autoridades locales.

"La noche transcurrió con tranquilidad, sin incidentes, salvo algunas provocaciones", dijo el gobernador de la provincia de Jalal-Abad, Bektur Asánov, citado por el portal informativo kirguís AKI-press

El gobernador añadió que esta mañana abrieron algunos comercios de la ciudad.

AKI-press señaló que la misma situación se observa en la ciudad de Osh, a unos 50 kilómetros al sur de Jalal-Abad, donde comenzaron los choques étnicos.

Sin embargo, las autoridades no controlan la situación en las aldeas de Furkat y Nariman, en los alrededores de Osh.

El Gobierno provisional de Kirguizistán declaró hoy que próximamente comenzarán los trabajos de reconstrucción de viviendas e infraestructuras en Jalal-Abad y Osh.

"Reconstruiremos sin falta Osh y Jalal-Abad y confiamos en que la gente podrá volver a sus casas y vivir normalmente", dijo en rueda de prensa el número del Gobierno kirguís, Almazbek Atambáyev, según informó desde Biskek la agencia rusa Interfax.

Subrayó que el Ejecutivo adoptará todas las medidas necesarias para asistir a los ciudadanos que perdieron sus hogares a causas de los enfrentamientos en Osh y Jalal-Abad, en los que según los últimos datos del ministerio de Sanidad desde el pasado día 11 murieron al menos 138 personas y cerca de 1.800 resultaron heridas.

Atambáyev expresó se esperanza en que vuelvan a sus hogares los ciudadanos kirguises de etnia uzbeka que se refugiaron en el vecino Uzbekistán, y que cifró en unas 60.000 personas.

Uzbekistán cerró hoy su frontera a los refugiados provenientes de Kirguizistán.

"No tenemos más sitio para acogerlos", declaró el viceprimer ministro uzbeko, Abdulá Arípov, al explicar la medida, citado por la agencia digital regional Ca-news.org.

Arípov señaló que ya han sido registrados oficialmente como refugiados cerca de 45.000 ciudadanos kirguises de origen uzbeko, y precisó que esta cifra no incluye a los niños.

Según fuentes de la Cruz Roja Internacional, los choques étnicos en el sur de Kirguizistán han provocado el éxodo de más 80.000 uzbekos.

Kirguizistán, con una superficie de 198.500 kilómetros cuadrados, tiene un población de 5,3 millones de habitantes, de los cuales cerca del 14 por ciento son uzbekos, que residen mayoritariamente en el suroeste del país, la región afectada por la ola de violencia.

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