Pablo Pérez espera capitalizar el "descontento" chavista y derrotar a Chávez

Carola Solé

Caracas, 6 feb.- El gobernador del estado petrolero venezolano del Zulia, Pablo Pérez, confía en dar la sorpresa en las primarias opositoras del próximo 12 de febrero con el respaldo de los partidos tradicionales y liderar una "revisión" al proceso político capitalizando el voto de los chavistas "descontentos".

"El presidente Chávez llegó con mucha esperanza, el pueblo venezolano insufló sus esperanzas en él, pero ya tiene 13 años gobernando y es el momento de que nosotros le hagamos una revisión porque, lamentablemente, tenemos más inseguridad, cada día hay menos empleo seguro y se están ahuyentando las inversiones porque no hay respeto a la propiedad privada", dijo Pérez en entrevista con Efe.

De aspecto robusto y trato llano, este abogado nacido en Maracaibo hace 42 años es junto a Henrique Capriles el principal aspirante a convertirse en el candidato opositor que dispute a Chávez las elecciones de octubre de este año.

Asegura que es la "garantía" para derrotar a Chávez y para captar los votos de los estratos sociales más bajos que le llevaron al poder porque, asegura, tiene el voto popular "en todos los estudios de opinión".

"Aquellos millones de venezolanos que creyeron en el presidente Chávez y hoy están buscando una opción por la cual esa esperanza sea renovada y sus sueños se hagan realidad" deberían votar por Pérez, continúa.

Pese a estar en el conservador Un nuevo Tiempo, se define de centro-izquierda y se apresura a desvincularse de la imagen de político de la vieja escuela, que los venezolanos rechazaron en masa con el ascenso de Chávez al poder en 1998.

"Yo represento la renovación no solamente de estos partidos, sino del liderazgo que debe existir en Venezuela", sostuvo Pérez, delfín del rival de Chávez en las elecciones de 2006, Manuel Rosales, a quien relevó en 2008 en la gobernación de Zulia tras haber ejercido cargos menores durante su gestión.

Se ha pronunciado en contra de la reelección presidencial y, como la mayoría de sus colegas de contienda, apuesta por la conciliación y considera que el legado social de Chávez no se va a perder.

"La agenda social es fundamental, pero eso ya lo tenemos, eso no se va a acabar, las misiones no se van a eliminar, pero deben ser incluyentes y eficientes, hay que mejorarlas y lo que está funcionando mal tenemos que cambiarlo", señaló.

Dice que es un fiero defensor de la propiedad privada y con respecto al motor económico del país, la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), se propone a reactivar 10.000 de los "20.000 pozos inactivos", que dice, hay, así como subir la producción de 2,9 millones de barriles diarios a 4 millones en dos años.

En materia internacional, Pérez quiere "dejar esas alianzas con ejes del mal", en alusión al apoyo a países como Irán o Siria, e ir a colaboraciones "reales y sinceras para la profundización de la democracia".

Frente a los altos índices de inseguridad, dice que promocionará una educación "de calidad", empleo seguro, desarme, "modernización y despolitización" del poder judicial, además del impulso a políticas culturales y de deporte.

"¿En qué nos parecemos Chávez y yo? Él es moreno igual que yo, su abuelo era indio, mi abuelo también, en la estatura nos parecemos, a los dos nos gusta al béisbol, pero la pequeña diferencia que tenemos es que yo soy un hombre que respeto el Estado de derecho, creo en la propiedad privada y creo en la reconciliación de un país", subrayó.

Las primarias opositoras se han convertido en un cara a cara de Pérez contra Henrique Capriles, con clara ventaja, según las encuestas, del último, algo que no desanima al gobernador del Zulia.

Este padre de tres hijos dice que respeta las encuestas, pero que la verdadera prueba tendrá lugar el día 12 en las urnas, donde confía en obtener una mayoría de votos.

"Existe un venezolano ya descontento, son 13 años de promesas, de la misma esperanza, del mismo discurso y la oposición tiene una opción enorme por primera vez de derrotar a Hugo Chávez", sentencia.