Paraguay apenas recuerda la destitución de Lugo, hace un año

  • En vísperas del primer aniversario de la destitución de Fernando Lugo como presidente de Paraguay, la ciudadanía apenas recuerda hoy unos hechos que aislaron al país de sus vecinos y cuyo detonante, la matanza de Curuguaty, sigue pendiente de juicio.

Asunción, 21 jun.- En vísperas del primer aniversario de la destitución de Fernando Lugo como presidente de Paraguay, la ciudadanía apenas recuerda hoy unos hechos que aislaron al país de sus vecinos y cuyo detonante, la matanza de Curuguaty, sigue pendiente de juicio.

Lugo, destituido el 22 de junio de 2012 y elegido senador en los comicios del 21 de abril pasado, viajó este viernes al distrito de Natalio, a unos 400 kilómetros de Asunción, en el departamento sudoriental de Itapúa, para un acto de conmemoración que se celebrará este sábado, informó a Efe su portavoz.

El expresidente viajó acompañado de los otros cuatro senadores electos del Frente Guasú (FG), el único grupo político que le mantuvo el apoyo durante el juicio político que organizó el Legislativo, que por mayoría lo consideró culpable de mal desempeño.

En Asunción, el hecho se recordará este sábado con la proyección de un documental sobre la matanza de Curuguaty y una charla de los abogados de los campesinos acusados junto al senador electo Adolfo Ferreiro, de Avanza País, una escisión del FG.

Ferreiro, defensor de Lugo durante aquel juicio, lamentó en declaraciones a una radio local que la Corte Suprema se mantuviera al margen ante la "arbitrariedad" del Legislativo, dejando al país sin "garantía judicial para los abusos del Congreso".

Aunque la destitución de Lugo generó una crisis regional que aún está abierta, con la suspensión del país del Mercosur y la Unasur, la ciudadanía asumió enseguida, sin grandes protestas, el cambio de Gobierno a manos de Federico Franco, cuyo Partido Liberal había sido aliado de Lugo y lo abandonó en vísperas del juicio.

De hecho, la única convocatoria a manifestación para la noche del viernes fue organizada a través de la red social Facebook, con la reclamación de "un Paraguay mejor", sin mención a Lugo, y para condenar a unos diputados que cierran Legislatura subiéndose las pensiones y bloqueando, nuevamente, la construcción del ansiado metrobús para Asunción.

Tampoco aluden los convocantes a lo ocurrido en Curuguaty, donde once campesinos y seis policías fallecieron el 15 de junio de 2012 en una operación de desalojo de "sin tierras" que ocupaban una finca en disputa entre el Estado y el empresario Blas N. Riquelme.

Varias veces pospuesta desde el pasado 14 de febrero, la jueza encargada del caso, Janine Ríos, fijó la audiencia preliminar para los días 15 a 17 de julio próximo, informó a Efe el abogado defensor Vicente Morales.

En ella, doce campesinos se enfrentan a la apertura de un juicio penal por los delitos de homicidio doloso y asociación criminal que pidió el fiscal, Jalil Rachid, cuya investigación concluyó que los agentes policiales fueron víctimas de una emboscada campesina.

Paralelamente, otra investigación sigue abierta para determinar si la policía cometió abusos durante el operativo en Curuguaty, como denunció la defensa, que censuró al fiscal Rachid por obviar esas líneas de investigación en su causa.

Y también la Corte Suprema está por decidir la propiedad de las tierras, aunque Rachid también acusó a los campesinos de invasión de inmueble.

El presidente Franco, en un acto ante periodistas en el Palacio de Gobierno para resumir los logros de su año de gestión, comenzó su mensaje expresando palabras "de congoja" por los muertos de Curuguaty y, aunque en el pasado ha ensalzado la investigación de Rachid, reiteró que las tierras en disputa son del Estado.

"La ocasión es propicia para reiterar que el Estado paraguayo" ha recomendado "insistir sobre la necesidad de titular las tierras de Curuguaty, como corresponde, al Estado paraguayo, en este caso la Marina (...) como los únicos y verdaderos dueños de la tierra" de Marina Cué, como se denomina la finca en litigio.

Lugo no ha cesado de reclamar una investigación imparcial de aquellos sucesos, que tiñeron de sangre la lucha por la tierra en Paraguay, pero al tiempo apostó por mantenerse en la política y buscar los consensos posibles con el Partido Colorado, vencedor de los comicios de abril.

Aunque lo acusó de orquestar el juicio político, el exmandatario inició un diálogo a mediados de mayo pasado con el colorado Horacio Cartes, quien asumirá como presidente el 15 de agosto, y está por verse qué acuerdos han alcanzado para cuando comience la nueva Legislatura, el primero de julio.

Mostrar comentarios