Paraguay desmantela laboratorio de cocaína cerca de la frontera con Brasil

  • Agentes antinarcóticos paraguayos desmantelaron hoy un laboratorio de cocaína en Hernandarias, una localidad cercana a la frontera con Brasil, que tenía capacidad para procesar por lo menos una tonelada de ese estupefaciente al mes, según la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).

Asunción, 23 oct.- Agentes antinarcóticos paraguayos desmantelaron hoy un laboratorio de cocaína en Hernandarias, una localidad cercana a la frontera con Brasil, que tenía capacidad para procesar por lo menos una tonelada de ese estupefaciente al mes, según la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).

Los agentes allanaron una propiedad donde encontraron instrumentos para procesar pasta base y clorhidrato de cocaína, como 126 moldes con restos de droga, gatos hidráulicos y recipientes para la mezcla de sustancias.

Decomisaron un kilogramo de marihuana y otro de cocaína, y detuvieron a Quintín Ramón Cáceres, un paraguayo de 23 años que supuestamente pertenece a una organización que opera en la zona de la triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay.

También encontraron evidencias para la identificación del líder de la red, que enviaba la droga principalmente a Brasil, indicó la Senad.

Según sus datos, un cargamento grande de cocaína salió en los últimos días desde el laboratorio, dijo en un comunicado.

Paraguay se ha convertido en una ruta de transformación en cocaína de la coca boliviana para su venta en Brasil y otros países, con la implantación de laboratorios clandestinos en su territorio, según las autoridades.

La Senad ha desmantelado varios laboratorios de drogas en el último año, incluido el primero que elaboraba éxtasis en el país guaraní y otro, también cerca de la frontera con Brasil, que producía hasta 100 kilogramos de cocaína a la semana.

Paraguay es además el segundo productor de marihuana en América, por detrás de México. La Senad estima que hay entre 5.000 y 8.000 hectáreas plantadas con marihuana, lo que supone una producción de entre 30.000 y 45.000 toneladas al año.

El 80 por ciento tiene como destino Brasil, mientras que el resto acaba en los otros países vecinos.

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