París asegura que no ha habido contrapartida a la liberación de la francesa

París.- El ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, aseguró hoy que la liberación de la joven francesa Clotilde Reiss, acusada de espionaje en Irán, no ha sido objeto de "ningún mercadeo" ni de "contrapartida".

Kouchner, en una entrevista a la emisora 'Radio J', además de felicitarse de la vuelta de Reiss, se esforzó en desmentir a aquellos que vinculan la salida de la estudiante de Irán con decisiones de la justicia francesa para la liberación de dos iraníes detenidos en Francia.

"Esta sucesión de decisiones judiciales no tiene nada que ver con el alegado mercadeo", insistió el responsable diplomático francés.

En esa misma línea, horas antes el Ministerio iraní de Exteriores también había negado relación entre la salida de Teherán de Reiss y la vuelta a Irán la semana pasada desde Francia del ingeniero Majid Kakavand, para el que Estados Unidos había solicitado la extradición.

El pasado 5 de mayo, el Tribunal de Apelación de París rechazó por falta de pruebas la demanda de extradición a Estados Unidos de Kakavand, acusado por Washington de participar en el programa nuclear del régimen de Teherán, y el viernes pudo volver a Irán.

La segunda pieza de las sospechas de un intercambio de Reiss es Ali Vakili Rad, encarcelado desde hace 18 años en Francia, donde fue condenado a cadena perpetua por el asesinato en 1991 en París del último primer ministro del Sha de Irán, Chapur Bajtiar.

El próximo martes, el Tribunal de Apelación de Penas debe pronunciarse sobre la demanda de liberación condicional de este hombre, una decisión que unida a la más que probable orden de expulsión que debe firmar el ministro del Interior, Brice Hortefeux, le llevaría de vuelta a Irán.

Reiss llega hoy hacia las 13.00 locales (11.00 GMT) a París, donde será inmediatamente recibida por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que la espera junto a la familia de la joven que en Irán fue condenada a dos penas de cinco años, inmediatamente conmutadas por una pena del equivalente de unos 230.000 euros, por participar en manifestaciones contra el régimen de junio de 2009.