Partido neonazi esquiva prohibición de distribuir alimentos "solo a griegos"

Yannis Chryssoverghis

Atenas, 24 jul.- Varios miles de personas sin recursos esperan con paciencia en la acera bajo un sol inclemente frente a la sede de Amanecer Dorado. El partido neonazi los ha convocado a uno de sus tradicionales repartos de comida "solo para griegos".

Decenas de militantes del partido vestidos de negro con las insignias de Amanecer Dorado en las camisetas, cuerpo forjado a golpe de gimnasio y armados con palos, forman un servicio de seguridad eficaz.

El alcalde de Atenas, Yorgos Kaminis, había prohibido el plan inicial de repartir los alimentos en una plaza en el corazón de Atenas, por considerarlo un acto "inadmisible de discriminación racial", nada menos que en el día en que Grecia celebra el 39 aniversario del retorno de la democracia.

Para asegurar que la prohibición fuera respetada, la Policía la extendió a toda reunión pública en un radio de quinientos metros en torno al lugar escogido inicialmente por el partido neonazi.

"Pueden hacerlo en su sede si quieren, pero no en un lugar público", declaró el alcalde. Y eso fue lo que ocurrió.

No solo que los neonazis lograron trasladar en pocas horas el lugar de distribución de comestibles a su sede, a cien metros de la linde de la zona de exclusión, sino que su capacidad de convocatoria fue llamativa.

"Grecia pertenece a los griegos", "Fuera los extranjeros", "Sangre, honor, Amanecer Dorado", fueron algunas de las consignas que gritaba una muchedumbre a la que no solo unía su precariedad económica sino su odio hacia los gobernantes actuales, el conservador primer ministro, Andonis Samarás, y su número dos, el socialdemócrata Evángelos Venizelos.

"Vuestra presencia es una bofetada para los que quisieron prohibir la distribución de comestibles a los griegos", exclama desde el balcón del partido su líder, Nicolaos Mijaloliakos, entre los vítores de sus seguidores.

"Hoy los políticos festejan el aniversario de la democracia, como la llaman. En realidad festejan el nacimiento de la cleptocracia, de la traición a nuestro país", añade.

"El peor de todos es Andonis Samarás, que ha traicionado los valores de su propio partido", grita el líder neonazi, para asegurar: "Por la libertad de nuestra patria estamos dispuestos ir a la cárcel, incluso a derramar nuestra sangre, pero nunca les permitiremos vender nuestra patria".

Cuando empieza la distribución de comestibles, los llamados "camisetas negras" prohíben a los equipos de televisión y a los fotógrafos tomar imágenes de los alimentos o de la gente haciendo cola. De nada sirve argumentar que la calle es pública. Las miradas amenazadoras logran intimidar a los informadores. Los neonazis están en mayoría y no hay policía en ninguna parte.

La distribución empieza lentamente. Los que hacen la cola deben mostrar su tarjeta de identidad a la secretaría. Los padres de familias numerosas deben presentar además un certificado municipal.

A medida que el reparto empieza a retrasarse y el sol de justicia empieza a causar estragos, la cola comienza a impacientarse y la gente a dar empujones.

Los militantes del Amanecer Dorado piden paciencia y amenazan con echar al que no guarde su turno. Además, comienzan a distribuir botellas de agua para calmar la situación.

Finalmente, la operación termina sin mayores problemas, ante la ausencia total de la policía o de toda contramanifestación.

Solo algunas reacciones de políticos que a través de comunicados manifiestan su repulsa.

"Atenas es y seguirá siendo una ciudad democrática", señala el partido socialdemócrata y gubernamental Pasok en una nota. Ninguna reacción del partido Nueva Democracia, de Samarás.

El partido neonazi ha organizado ya con anterioridad este tipo de distribución de comida para pobres griegos, como también campañas de donación de sangre "de griegos para griegos", o la oferta de una red de atención médica bautizada "Médicos con fronteras".

Amanecer Dorado consiguió en las elecciones hace un año un 7 % de los votos y tiene 18 diputados al Parlamento griego.

Desde entonces y gracias en parte a campañas de este tipo ha seguido subiendo como la espuma, y según las últimas encuestas, cuenta con entre el 13 % y el 15 % de intención de voto, lo que le convertiría en la tercera fuerza política del país.

En la franja de electores entre los 18 y 44 años de edad, incluso sería la segunda fuerza política.